Hace caló, musho caló. Así no hay quien duerma. Pero hay muchas formas de combatir el calor, o el insomnio, o el aburrimiento. No, no es ver fútbol y Gran Hermano a todas horas, como mi alienado vecino. Es leer.

¿Crees que lo sabes todo porque has visto Zeitgeist? ¿Crees que porque tienes el enlace al informe oficial de la Unión Europea sobre Echelon ya estás curado de espanto? Comprueba tú mismo si conoces siquiera la punta del iceberg:

Grupo Carlyle, Comisión Trilateral, La Reserva Federal Norteamericana en manos privadas, Bilderberg, Polybius y Atari…

Pero aunque no creas en conspiranoias, hay cosas sobre las que deberías informarte, y que te harán pensar un buen rato: ¿por qué no conoces Bechtel, si es el motivo de guerras, corrupción, y abusos internacionales más grande de la historia de la humanidad?, ¿cómo se puede crear algo como la Unión Norteamericana sin que nadie se lo crea?, ¿para qué lleva décadas el gobierno americano empleando una tuneladora nuclear llamada Subterrene sobre la que tiene la patente pero que niega su existencia?, ¿por qué nadie desacredita a un gobierno (EEUU) que financió a la Contra nicaraguense y vendió coca adulterada en sus calles (probado en un juicio en el que se encontró culpables a militares norteamericanos como Oliver North, y que mostró las conexiones y ramificaciones con regímenes terroristas)?

No hace falta ponerse “conspiranóico”. Con ver lo que permitimos que haga Israel, o los contratos de reconstrucción de Irak que se firmaron en la Casa Blanca antes de la invasión (antes incluso de tener una excusa para la misma), deberíamos darnos cuenta de la gran mentira a la que juegan gobiernos, medios, y ciudadanos del hemisferio norte occidental: creernos libres y libertadores, demócratas, y justicieros.

Olof Palme permitió la implantación ilegal de RFID. ¿A manos de quién murió?

Quizá no todos los grupos secretos estén en manos de Illuminati, Masones y compañía. Quizá el objetivo de estos no esté tan lejos del objetivo de sus enemigos de la resistencia.

El calor me estará afectando. Ya no veo buenos y malos. Ya sólo veo mentiras. Una detrás de otra. Una para cubrir a la siguiente. Otra para disimular la anterior.

Pero no encontrarán la verdad leyendo un blog, o buscando en Google, señores. Empleen sus ojos para ver algo más que fútbol, y sus neuronas para pensar en algo más que en la hipoteca. Y se darán cuenta de que son esclavos. Máquinas de producir, y reproducirse. Para ser tasados, controlados, y alineados. Eslabones de la gran cadena de mentiras que les rodea el cuello y les aprieta… pero no ahoga.

Visto lo visto, mejor me duermo y vuelvo a mis pesadillas. Allí sé que todo es real.