En la portada del International Herald Tribune del pasado día 12 una noticia sobre un caso de corrupción en BlackWater (el servicio paramilitar privado que subcontrata el gobierno norteamericano desde la invasión de Irak) pone al descubierto cifras y manipulaciones realmente aterradoras.

En septiembre de 2007, mercenarios de BlackWater, pagados por el gobierno norteamericano, asesinan a 17 civiles en Baghdag. Para acallar las críticas populares de los iraquíes, que le podrían haber costado a BlackWater la licencia y el contrato del Pentágono, uno de sus directivos envía un millón de dólares a políticos iraquíes. Esto sale a la luz pública en una excelente labor del investigación del periódico, y nos enteramos que:

– Entre 2004 y 2009, en misiones de “traslado de diplomáticos norteamericanos en Iraq” el gobierno les pagó 1.500 millones de $ (1.000 millones de Euros).

– Ahora han cambiado de nombre (XeServices) y exigen silencio a sus ex-empleados y directivos.

– Quieren ampliar contratos, accediendo a cosas como privatización de cárceles (en EEUU muchas de ellas ya son privadas), soporte en dispersión de masas, control de aeropuertos…