Todo ciclo tiene un final, y este es el inicio del siguiente. Como Carlos Sánchez Almeida, “cambio de trinchera”. Notarán mi acción desde otro lado, o no, pero no será mi nombre el que la firme. Lejos de la cobardía del anonimato del que teme, será la decisión del que actúa por la acción, y no en nombre de nadie, ni de él mismo.

Ha sido un honor disponer de su atención durante este tiempo.