Ayer fui al cine. Y por desgracia, lo que más me impactó fue este cartel.

Hace ya tiempo que no sigo la batalla “Propiedad Intelectual”, pues cansa luchar contra los molinos de viento, y otros lo hacen mucho mejor que yo. Ya dije que la “Propiedad Intelectual” no existe, que regularla es dañino para todos menos los intermediarios parasitarios (a parte de ser un ejemplo de ilusión colectiva), y que su abolición no sólo es posible, sino que sería muy aconsejable.

Pero ante semejante atropeyo, me pregunto ¿cuál es la responsabilidad ante las MENTIRAS oficiales? La FAP MIENTE en este cartel, y el dueño de la sala cree que ha de apoyar esa causa (no importa que varios estudios demuestren que aquellas obras audiovisuales que se comparten en las redes P2P luego obtienen más ingresos en taquilla).

Lo peor es el vil intento adoctrinante. No dejéis que laven el cerebro a vuestros semejantes. Yo por mi parte le expliqué a mi acompañante que esto son pasos atrás. Según esto no hubiese existido el cassette virgen ni el VHS grabador. Ahora que “la industria” haga números y analice si con esos avances han ganado dinero (que es lo ÚNICO que les importa) o no.