Desde hace unos días tengo otro blog. Anónimo. No os diré ni la temática para que no lo busquéis.

Hoy me ha entrado la curiosa sensación de serle infiel a mi blog. ¿Por qué posteo esto allí, cuando lo podría hacer aquí? ¿Es buena esta posible duplicidad? ¿Lleva a algo la compartimentalización?

La pluralidad se supone que es buena. Además, quien lea aquello puede que no esté interesado en leer esto, y viceversa. Aunque por otra parte, por ello mismo la hibridación de un repositorio central es lo que permite descubrir por accidente, el randomness de la teoría del caos.

Tenía un compañero que llegó a mantener 7 blogs. Todo tiene un límite. Supongo. Los extremos no son buenos. Eso sí lo he aprendido. Aunque no por ello deje de ser radical. Porque existe la radicalidad no extrema. Buenas noches.