¿Qué diría Marx (Karl, aunque sería interesante oir lo que diría Groucho también) si levantara la cabeza?

Es curiosa la reflexión que le viene a uno a la cabeza al observar las tiendas de Apple: centradas en Producir (vídeo profesional, música, etc). Te permiten navegar, emplear los ordenadores, imprimir… el consumidor se convierte en productor. El trabajador obtiene el uso y resultado de los medios productivos (aunque sea temporalmente) en una extraña liturgia del siglo XXI donde la producción suplanta al consumo para, al desasociar la identificación, hacer sentir al consumidor que tiene un poder, el poder según Marx, en vez de darse cuenta de la treta de marketing que le incita al consumo… perversamente brillante, enfermizamente diseñado, patéticamente significativo.

Que paren el sistema, que me bajo. Da miedo, mucho miedo. Apple: de ondear la bandera pirata como símbolo de insumisión ante los grandes dinosaurios de la tecnología privativa, a maestros en el arte del empowerment consumista.