Hace poco una amiga me comentó que había oído, en una conferencia sobre arte indio, algo del estilo: “en la India el arte no tiene el enfoque mercantilista que tiene en occidente…”. Típico panfleto idealista que defiende el misticismo hasta en la salsa curry. Y lo digo con crudeza y acritud porque hay datos que apoyan mi escepticismo. Est humanum errare, divinum ignoscere. Me han comentado que no fue eso lo que se dijo en la conferencia, pero no obstante, el resto de la entrada creo que sigue siendo válido. Siento el error.

La profesora asistente de Dirección Emprendedora de la Harvard Business School, Mukti Khaire (india, para más señas) acaba de publicar un estudio sobre la creación de “nuevos mercados” que concluye:

Antes de 1995, había muy poco mercado para el arte indio del siglo XX. Entonces artistas, casas de subastas, críticos, y otros definieron una nueva categoría de “producto”: Arte Moderno Indio — lo que resultó en demanda mundial y escalada de precios.

Para encontrar valores especiales, no contaminados por la sociedad en que vive casi todo el mundo (mercantilismo, consumismo, representatividad, etc) hay que escapar a algún reducto que no esté contaminado (¿queda alguno? seguro que tiene mosquitos enormes); o buscarlo en el interior de uno mismo, divulgarlo a los cuatro vientos, e intentar hacer algo, lo que sea, subversivo y contestatario.

Pásame ese panfleto. Y los botes de spray 😉