Curioso como un tema (Tantra) te lleva a otro (Psicoanálisis) que te lleva a otro (Filosofía) que te lleva a otro (Religión) que te lleva a otro (Etimología)…

“Diablo” viene del latín diabolus que a su vez viene del griego [‘calumniador‘] que viene de [‘calumniar‘]). También tiene la acepción de [‘separar‘]. Curiosamente “Símbolo” etimológicamente significa lo contrario: [‘unir‘]

“Satanás”, por otro lado, viene del latín satâna, que a su vez proviene del arameo shatán [‘acusador‘]. Hay quien afirma que el nombre proviene de la traducción griega del término bíblico hebreo ha-shatán, entidad mencionada como un espía errante de Dios Yahveh sobre la Tierra. La raíz shtn significa ‘impedir’, ‘hostigar’, ‘oponerse’, y el sentido primario de shatán es simplemente ‘enemigo’, ‘adversario’.

Psicoanalíticamente podemos asociar que somos un “símbolo” unificado, pero que en reacción a estímulos externos adversos, tenemos un mecanismo de seguridad y control “satán” que acusa y hace saltar alarmas, despertando un “diablo” que calumnia y separa.

Si ese mecanismo está puesto para defendernos, es por miedo al resultado, el cual no deja de ser la natural consecuencia del mecanismo. Por lo tanto el miedo nos pretende defender del dolor, pero cuando dejamos que el miedo nos domine, causa y genera dolor.

Por otro lado, sin miedo, sin sensibilidad al dolor, sin consciencia, no somos más que muñecos expuestos a lo que deparen las fuerzas externas.

Así que hay que respetar al dolor, pero no temerle. Hay que aceptar el miedo, pero no dejar que nos domine.

Hay, hay, hay… sí claro, muy fácil decirlo si eres un maestro Jedi verde con orejas de punta 😀 Ahora ¡demuéstrame tu fuerza y voluntad, y enfréntate a ese dragón Jake (y no lo hagas por Neytiri, sino por ti mismo)!