Parece ser que un error de programación ha hecho que la alarma (las puntuales, no repetitivas, por cierto) del iPhone no funcione ni el 1 ni el 2 de enero de 2011… pero que ¡el día 3 sí! Vale que el 1 es fiesta, y este año el 2 es domingo, pero eso no significa que la alarma tenga que dejar de funcionar. ¿Querrá Apple “obligarnos a descansar”? Jajajaja, ojalá. Pero no es así:

Hay multitud de foros donde miles de usuarios enfadados cuentan historias de vuelos perdidos, retrasos en el trabajo, o tartas quemadas en el horno. Y comentarios lógicos del tipo “Apple se parece cada vez más a Microsoft”. Pero lo cierto es que hay errores de programación que no hay por dónde cogerlos. La respuesta oficial de Apple: poner alarmas repetitivas (las puntuales no funcionarán el día 1 y 2), y esperar al día 3, donde todo volverá a funcionar.

Lo curioso es que no es la primera vez que pasa algo así. Con el cambio de hora ya ocurrió, así como con las zonas horarias.

Y ahora el comentario: ¿hasta dónde la dependencia tecnológica nos hace débiles y vulnerables? ¿hasta dónde vamos a seguir construyendo una torre de artificios desde la cual no alcancemos a ver “lo real”? ¿cuántas capas de abstracción hasta que ya no sepamos quiénes somos ni cómo funciona nuestra propia vida?