Lágrima en el mármol
La gota, transparente, sobre el mármol blanco.
Frío sobre frío.
El destello de luz llega a mí. Me llega.
¿Sale de dentro, se posa encima?
Sé que es un reflejo, pero es hermoso.
Y ahí, en ese preciso momento, es cuando cruzamos la línea, cuando la divinidad deja de ser una aspiración, y nos absorbe. Nos arrastra. Nos traspasa.