Lo siento pero no puedo evitarlo. Me altera, me enerva, que exista una “jornada de reflexión” para “proteger al votante” de la injerencia y manipulación inherente a una campaña electoral que debería estar prohibida si tan manipuladora y peligrosa es.

La “jornada de reflexión” debería ser diaria. Al igual que las elecciones. Y la participación obligatoria.

¿Cómo que hoy, por un día, cada cuatro años, no puedo discutir sobre política? Pues este es el día que más me apetece hacerlo. Porque por desgracia parece ser el único que importa. Y ahora, después de ver cómo la policía observa impasible la Puerta del Sol, que vengan y me multen.

  • Democracia que implique la participación obligatoria de todos los ciudadanos sin excepción, de modo directo, en todas y cada una de las decisiones.
  • Judicatura completamente independiente.
  • Abolición de las Cámaras (Senado y Congreso) y establecimiento de un Foro de Participación y Decisión Colectivo.
  • Mayor control y responsabilidad a todos los miembros de la administración.
  • Abolición del sistema financiero como lo conocemos, con revisión profunda de mecanismos como la deuda, las instituciones supranacionales, la inflación…
  • Legislación (desde las propuestas hasta la promulgación pasando por el control) basada datos y análisis, con la estrecha colaboración de aquellos expertos que hayan demostrado profundo conocimiento sobre cada materia tratada.
  • Mayor presencia del debate filosófico (valores) y menor del político (ideologías).
  • Desaparición de estructuras de poder generadoras y perpetuadoras de desequilibrios sociales: anarquía real y colaborativa ya.
  • Desaparición de la posibilidad de acumulación de riquezas, y mecanismos para un eficaz reparto de la misma.
  • Riguroso control de la natalidad, paternidad, y educación.
  • Desmantelamiento de cárceles como centros de reclusión, y su reforma en centros de re-educación y valoración de la capacidad de re-integración del delincuente.
  • Freno a los mensajes dañinos (sexualización de la infancia, mujer fálica, consumismo ciego, banalidad, ausencia de espíritu crítico y aceptación del statu-quo, etc) con los que se bombardea a los indivíduos desprevenidos (medios de comunicación, entretenimiento, e incluso información).
  • Tratamiento de temas de máxima urgencia (medioambiente, ciencia, salud mental, arte y creatividad, etc) con la seriedad que merecen, y no como modas pasajeras.
  • Fin del poder de grandes grupos de presión e intereses económicos (farmacéuticas, militares, entretenimiento disfrazado de cultura, bancos, religiones y demás sectas, bancos, etc). Lo que no sea de interés de un solo ciudadano no puede serlo de un grupo.
  • Enfoque de la administración hacia la consecución de fines fundamentales, como la felicidad de sus ciudadanos.

Eso sí, esto son alguna propuestas de cambio de las normas del juego. Las normas del juego se aplican a todos o a ninguno.

Se me ocurren mil cosas más que reivindicar, pero se puede empezar por estas, y se puede empezar por hacerlo hoy, que parece ser ilegal. Y si hay que escoger una: provocación al sistema para derrocarlo YA.