15M, vale, ha quedado patente el descontento y la iniciativa de autogestión y organización, con sus discrepancias, claro.

También ha quedado patente el que con una aglomeración suficiente de gente, espontáneamente surgirán intereses económicos (mercadillo alternativo) y exhibicionismos varios (mimos, clowns, músicos, maquilladores de niños, cuentacuentos, malabaristas, y demás circo).

Pero si se quiere aprovechar la poca inercia que le queda al movimiento, sólo se me ocurren dos enfoques:

  • Localización: llevar el movimiento al barrio, al edificio, a la comunidad, al grupo. Sólo mediante la participación en la gestión del grupo podemos hoy rozar una verdadera democracia, por desgracia. Pero quizá esa sea la forma más sana y sólida de establecer las bases participativas de un futuro mejor.
  • Instituciones paralelas: ¿acampada delante del Ayuntamiento para llamar la atención? Hecho. Ahora toca establecimiento de una institución autogestionada participada por y al servicio de todos, que demuestre que podemos hacer lo que nuestros “representantes” y “administradores” no han sabido. El siguiente paso será declararlos supérfluos y eliminarlos.