El ejemplo de Fix My Street, que ya se sigue en otros lugares como Canadá o Australia, es un simple y fantástico modo de involucrar a toda la población en la resolución de un problema. Independientemente de que se siga dependiendo de una “autoridad central” o una “administración” para la resolución del mismo (lo cual también debería de cambiar en un modelo libertario cooperativista), lo que está claro es que dar herramientas, participación, y responsabilidad a los integrantes de un grupo (como este caso la población) es el único modo de que podamos hacer sostenible la vida comunitaria.

Además, la tecnología nos permite facilitar, comunicar, ejemplos de “buenas prácticas” (odio la frase ¿no deberían ser todo buenas prácticas?) como el mapa solar de San Francisco, que ayuda a determinar el potencial de energía solar de la ubicación de tu casa o negocio, además de mostrar el rápido crecimiento de adopción de estas soluciones (lo cual reduce la incertidumbre y miedo de la novedad, potenciando su uso).