Esta es la historia de un Visado L1. Intentaré resumirlo, pero hay detalles que necesitan ser explicados para ser creídos…

En agosto de 2011 pensé en abrir una subsidiaria en EEUU de mi empresa de software, así que decidí trasladarme a Nueva York para ponerla en marcha y dirigirla. Ya que necesitaba un visado (formulario I-129) para vivir y trabajar en los EEUU, contacté con un abogado de inmigración (formulario G-28 y miles de dólares) a través de un amigo, y comenzamos el proceso.

Envié al abogado (David) todos los papeles que necesitaba: plan de negocios, cartas de mi empresa, contratos, descripciones de funciones, gráficos de estructura empresarial, catálogos, fotos de oficina y empleados, estados financieros, diplomas universitarios, fotocopia del pasaporte, traducciones, etc. Decidió que lo mejor era pedir un Visado L1A (“Transferido dentro de la misma compañía” también conocido como el visado de “Ejecutivo Internacional”), lo que otorgaría a mi mujer el visado L2 automáticamente.

En octubre mi mujer y yo pasamos una semana buscando apartamento y oficinas en Manhattan, fundando la empresa (en un sólo día), y abriendo cuentas bancarias (eso fue divertido: ¡no te permiten abrir cuentas sin visado, ni te dan visado sin cuentas! así que nos llevó 5 viajes al banco y un poco de mi magia CDR para que ocurriese), y en noviembre nos trasladamos a Nueva York, entrando en USA a través del programa de exención de visado para visitantes (después de que David me asegurara que no había problema alguno), así que teníamos 3 meses para conseguir el visado antes de tener que salir del país (programa de exención de visado para visitantes permite permanecer en EEUU durante 90 días sin visado). Más que suficiente ¿no?

El primer problema fue que decidí trabajar desde un espacio de co-working (que mola mucho, porque aporta una gran energía y “sensación de comunidad”) en vez de una “oficina convencional”. Había leído en un artículo del New York Times que los espacio de co-working eran lo último en Nueva York, que la cuidad había decidido apoyar esa opción, así que me reuní con Tony y los demás de NWC (tras visitar otros que también estaban muy bien), me encantó, y decidí unirme a ellos… ERROR, dijo David cuando le envié el contrato. En su experiencia esto no bastaría para los de Inmigración y lo rechazarían, así que necesitaba mi propia oficina en un edificio de oficinas.

Por lo tanto, durante otro mes, estuve mirando hasta que me decidí por una de las ubicaciones más caras y chulas para oficinas en Nueva York: el edificio Viacom (sede de la MTV) en Times Square. Eso bastaría ¿no?

Problema número dos: por alguna razón, incluso tras firmar y entregar los cheques bancarios, los propietarios del edificio tardaron semanas en devolver el contrato de alquiler firmado (por cierto lo mismo me pasó con el apartamento). Nos estábamos quedando sin tiempo…

Por si acaso hice mi petición de visado (formulario I-907) a través del “proceso rápido” (lo que significa que si pagas  $1.500, te tienen que contestar en 15 días). Y lo hicieron, de hecho. PERO contestaron con el temido RFE (request for evidence o petición de información adicional). Pidieron que les entregáramos (DE NUEVO) mi descripción laboral, detalles bancarios, estructura empresarial… y nueva información, ¡como el diploma de TODOS los que trabajan en la empresa!

David hizo un trabajo excelente (otra factura gorda) recopilando esos documentos, y yo pasé horas respondiendo preguntas absurdas… al final remitimos la contestación y cruzamos los dedos: tenían 15 días más para responder (hasta el 17 de febrero), pero teníamos que salir del país antes del 15 de febrero, y no me gustaba la idea de tener que salir sin saber si el proceso se alargaría mucho más o no.

Por suerte contestaron positivamente (formulario I-797B) el 10, y me enviaron por correo el formulario I-797C que es necesario para el proceso de visado en la Embajada. Por un momento me asusté, porque había recibido un enlace a un informe de la National Foundation for American Policy que hablaba del increíble aumento de visados denegados. Lo que es más, cuando pasó todo el proceso del visado, alguien muy familiarizado con él me confesó que:

USCIS (Inmigración) está causando que algunos abogados de inmigración cambien a otras áreas o se retiren… todo tarda el doble o triple de lo que solía tardar.

Le están haciendo esto [RFE] incluso a empresas como HONDA y TOYOTA ……e incluso rechazan a ingenieros de muy alto nivel ( “L1-b‘s con conocimiento especializado”).

El problema, no obstante era que nos pedían ir a Madrid para ser entrevistados en la Embajada de EEUU y fijar el visado en el pasaporte. Y según la web del Departamento de Estado de EEUU, la lista de espera para que te den fecha para entrevista en Madrid sería de unos 60 días más 5 para el procesado y 2 para la entrega… ¡más de 2 meses! (incluso te asustan más diciendo que si necesitan investigar más puede llevar hasta 6 meses adicionales).

[Por cierto, David me había proporcionado una web del Departamento de Estado que resultó ser falsa y está ahora bajo investigación… ¡menos mal que nos dimos cuenta antes de que quisieran estafarnos!]

Comparé embajadas y tanto Méjico como Canadá tenían procesos que duraban de 3 a 4 días en total. Así que decidí ur a Méjico (y de paso visitar a mi cliente y amigo Germinal). Pero cuando iba a solicitar fecha para la entrevista, me dí cuenta de que había una excepción en la embajada de Méjico debido al aumento de la narco-violencia: no puedes entrar desde EEUU a Méjico para obtener un visado L1A. Así que, Canadá, ahí voy. Pero primero rellena 7 páginas (solía ser una) de hipócrita y absurdo formulario DS-160, incluyendo cosas como la lista completa y exhaustiva de los países visitados en los últimos 5 años (32 en mi caso), y paga $150 para que te den cita.

Salimos de Nueva York el último día posible (14 de febrero) porque el día de antes tuve una reunión de negocios inesperada en Washington DC (aunque había ya comprado entradas para el concierto benéfico para la Casa de Tibet de de Philip Glass & Friends en el Carnegie Hall, que tuvo que disfrutar mi mujer sola).

El viaje a Ottawa fue bien. Volar en martes, cita en la embajada el miércoles (nos hicieron hacer cola y esperar un rato fuera, nevando, bajo cero…), bastate relajado y rápido. Se quedaron nuestros pasaportes y nos dijeron “podrán comprobar en nuestra web cuándo pueden recoger el pasaporte en DHL/Loomis”. Así que de vuelta al hotel y a esperar. Y esperar. Y esperar… el viernes por la tarde ya me puse nervioso: teníamos los billetes de vuelta para el sábado por la mañana. Llamé, pero contestaron: no podemos darle más información. A las 18:05 recibí un email diciendo que los pasaportes estaban preparados. ¡Genial! Así que llamé a DHL: cierran a las 18:00, y no abren en fin de semana, y además el lunes es fiesta, así que… nada de pasaportes hasta el martes. ¿¿¡¡Qué??!! ¡¡¡Tiene que estar de broma!!! Tras explicar la situación cuidadosa y amablemente, me contestaron cuidadosa y amablemente: lo siento, hasta el martes.

Así que, atrapado en Ottawa. Hora de reservar nuevos billetes de vuelta, y ampliar la estancia en el hotel (lo que no fue fácil por el festival Winterlude, pero el dinero parece arreglar muchos problemas). Al final, el martes conseguimos los pasaportes, regresamos, y nos encontramos con un Agente de Aduanas “no demasiado sagaz” en la frontera americana del aeropuerto de Toronto.

– Señor, ¿por qué pone esa fecha en el cuño que está poniendo a mi pasaporte? – Pregunto al agente, tras ver qu eme pone un sello y escribe la fecha de mayo 2012 – ¿No puedo quedarme más tiempo con mi visado nuevo?

– Oh, ¿tiene un Visado? – ¿¿¿¡¡¡duhh!!?? – Oh, entonces tiene que rellenar una tarjeta I-94, y no tengo ninguna, así que tiene que salir, volver a pasar seguridad, y pedirle a alguien de la línea aérea que le dé una.

– ¿Sólo una?

– Sí, su mujer no necesita una.

– OK – Me sorprende pero, ¿quién soy yo para llevarle la contraria?.

Así que salgo, consigo una, la relleno, regreso, y una vez lo tengo todo, el agente me pregunta:

– ¿Dónde vive su mujer?

– Conmigo –_ Respondo, no dando crédito a la pregunta._

– ¿Cuánto tiempo se va a quedar en EEUU?

– Un año por lo menos, como yo.

– Pero, ¿tiene visado? – ¿¿¡¡ Pero qué narices – WTF!!!???, ¿¿¿¡¡¡¡Qué crees que es esa pegatina gigante en el pasaporte???!!!!! – Oh, entonces tiene que salir y conseguirle un I-94 a ella también.

Ohm, Zen, respira, sonríe, hay gatitos bonitos en algún lugar, y la cascada relaja tu alma… bienvenido a los E.E.U.U. de A.

Por lo menos ahora podemos sacar las cosas de la mudanza de la aduana, conseguir seguro médico, carnet de conducir (aunque en Nueva York sólo se emplea como identificación…y conducir moto en verano), registrarnos como residentes en el Consulado, firmar el contrato laboral…