El jueves me invitaron al pase y debate “Graffiti – PostGraffiti” en el New Museum de Nueva York.

Estaban los de siempre. Los participantes en el debate (Pattie Astor, Fab Five Freddy, Lady Pink, y Lee Quinones), muchas viajes glorias y un par de chavales aspirantes a bomber que seguro llenaron de tags los muros esa noche.

Lo que comenzó como una celebración, recuerdo, y comunión, a medida que avanzaba la liturgia se convertía en una dolorosa reivindicación e incluso un ataque purista. Y así es exáctamente cómo La Cultura (como mercado y mercadeo, generando escasez artificial) con mayúsculas asimila el arte y otras formas de expresión.

El viaje pasó por los altos (Jean-Michel Basquiat, Futura2000, Keith Haring…) y bajos (el show de LA, amenazas, estigmatización…). Podría haber acabado ahí si hubiesen sido académicos de historia del arte. Pero no lo eran. Eran los protagonistas vivos y activos de un movimiento muy presente en la actualidad. Era una gran oportunidad para hablar del presente y futuro tras haber celebrado alegremente el pasado con endogámico entusiasmo.

Así que le pregunté a Freddy, Lee y Lady Pink su opinión. “¿Cómo el graffiti, street-art, posters, adhesivos, plantillas, LED throwies, etc se incluencian unos a otros y a dónde se dirige todo eso?”

Pattie cogió el micrófono cpn su voz rota de camionero y empezó a vociferar sobre cómo el Graffiti era un estilo, un movimiento, que no tenía nada que ver con plantillas, posters, y todo eso. Explicó cómo los que allí estaban sentados eran todos Artistas Post-Graffiti (le oí capitalizar la “A”, lo que me puso los no-pelos de punta) con estudios, no “street-artist” (de nuevo una reacción gélida a su tono despectivo).

Uniéndose a su enojado discurso, el resto afirmaron su punto de vista. “Han pasado años desde que he pintado en un muro”, “Tengo un estudio, expongo por todo el mundo, mis pinturas están en muchos museos”… Fue TAN trsite ver cómo reaccionaron. Todavían sienten el dolor, todavía sienten que necesitan defenderse y defender sus formas de expresión de los demás (pese a que los mismos tertulianos participaron en mesas redondas en el mismo museo en el ‘98, ‘02, y ‘04). Eso es comprensible. Lo que era insoportable de ver es cómo El Sistema, encarnado por El Mundo del Arte, había de nuevo engullido y superado, no sólo asimilando arte, expresión, libertad, rebelión, y espontaneidad, sino también siendo asimilado a su vez por los mismos que una vez se burlaron de él.

Y cayeron con toda la fuerza, con la fuerza de la cerrazón reduccionista. Hasta el punto de que cuando se mencionó a Banksy, Lee dijo “lo siento Banksy, mosotros llegamos antes”.

Así que, héroes del pasado, os saludo por vuestro atrevimiento y contribución del pasado. Pero eso no os consigue mi respeto actual ni mi entusiasmo por el futuro. Seguiré buscando, y más convencido que nunca de que la energía del presente y la liz del futuro pueden estar en cualquier lugar, provenir de donde sea, pero definitivamente no de un Museo.

PD: Sí saco una maravillosa inspiración del evento, y de algunas recientes conversaciones y mensajes que he tenido que aguantar. Finalmente una definición de arte que me satisface. La mía. Para mí:

Arte es la expresión unidireccional de la realidad