El miércoles Stephanie [¡gracias!] me invitó a “La gata sobre el tejado de zinc” en el teatro Richard Rodgers (Broadway, Nueva York) con Scarlett Johansson.

Aunque ya había visto la película, quizá porque la vi demasiado pequeño como para comprenderla bien, o quizá porque en la película la trama no está tan clara, la verdad es que he disfrutado y comprendido esta obra de Tennessee Williams mucho mejor esta vez. Y tiene un atractivo mucho más amplio de lo que supuse en un principio (siendo una obra Southern Gothic). Familias grandes y cercanas que no son tan cercanas, patriarcados, mentiras, traiciones, falta de comunicación, expectativas, desesperación, abandono, negación… ¿quién no ha estado ahí?

La puesta en escena es acertadísima. La actuación de Benjamin Walker como el guapo Brick es consistente, pero diría que demasiado influenciada por la de Marlon Brandon en la película. Scarlett Johansson hace un trabajo bastante bueno como Maggie, aunque no eclipsa a los demás. De hecho, el elenco completo de actores/actrices de la obra hace un trabajo tan estupendo que no hay “estrellas”. Simplemente funciona (lo que en Broadway es un muy buen resultado).