El último día fue interesante.

Mi equipo (equipo senZa) me eligió para hacer la presentación del trabajo. Todos pensamos que habíamos hecho un trabajo excelente, y todo el mundo en la sala (372) nos felicitó. Incluso uno de los jueces dijo “es lo mejor que he visto nunca”. Pero… alucina, no nos seleccionaron para la ronda final. Y lo que es peor, casi no nos dieron feedback.

No obstante, lo peor fue tener que aguantar la arrogancia tipo macho-alfa de Frederic Kerrest durante su presentación en la hora de la comida. ¿Qué le dan de desayunar? A mí que me den lo otro, por favor. 😉

Con el certificado en la mano, la aventura del MIT se ha acabado. En general, una gran experiencia y excelentes oportunidades de contactos. Ahora debería parar de escribir posts en mi blog y empezar a escribir a esa gente cuyas tarjetas de visita están en mi mesa y cuyas invitaciones de conexión están pendientes en LinkedIn.