Estando en Fort Worth, Texas, recibí el siguiente:

Es un SMS de la policía solicitando colaboración para localizar un vehículo.

Tras eso, entré en una tienda de comida, y había una pantalla que mostraba caras y datos de individuos buscados por la policía.

Es sorprendente que este SMS se haya enviado a todo el que estaba en una área en particular. Sin importar privacidad, permisos, explicaciones… nada. Es el “panopticón” de Jeremy Bentham del siglo XVIII, “1984” de George Orwell en 1949, “el-ojo-del-poder” y “Disciplina y Castigo” de Foucault en 1977…

Cuando el indivíduo se reduce o a un enemigo del que hay que esconder la verdad (#LiberadManning #ApoyadSnowden) o a un colaboracionista involuntario en una cruzada en nombre de la “seguridad” que pisotea todos los derechos fundamentales (#holaNSA #PRISMeselnuevoECHELON), nos debemos a nosotros mismos el plantarnos y hacer algo al respecto. Esa es el ÚNICO motivo por el que existe el derecho a llevar armas (al que me opongo) en EE. UU.

Los que son capaces de abandonar libertades esenciales para obtener un poco de seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.

Benjamin Franklin, 1775