En cuanto llegué al aeropuerto, Diederik me llevó a Utrecht, a comer a un estupendo restaurante, ubicando dentro de un polígono industrial: Zuiver. Tanto él como el camarero me sugirieron la ensalada de anguila ahumada, y debo reconocer que estaba deliciosa.

Luego, tras un par de reuniones interesantes, me llevó a cenar a otro restaurante de nivel, esta vez ubicado en el colorido y turístico Distrito Rojo: ANNA, donde tomamos pre-entrada, entrada, plato principal, pre-postre, y postre.

De vuelta a la habitación del hotel, encontré este interesante cartel de “prohibido fumar hierba en la habitación”:

Al día siguiente tuve una reunión en IBM Holanda. La sorpresa llegó tras la reunión: ¡barbacoa al aire libre con DJ!

Lo mejor fue que finalmente tuve la oportunidad de probar una de las creaciones culinarias del ordenador cognitivo de IBM, Watson. Era la “Salsa de barbacoa bengalí a la calabaza”. Definitivamente diferente y deliciosa. Y por lo que parece no soy el único al que ¡le ha encantado!