Ibán M.G. y Ben Martin han lanzado un proyecto literario que rompe los límites de libro papel/electrónico. A lo largo de los años he visto multitud de intentos de llevar el mundo editorial más allá. Todos loables y de agradecer. Pero hasta ahora no había visto ningún proyecto tan ambicioso como HTO.

Dejemos la crítica literaria a parte. Todavía no he leído la novela, y en realidad, es lo que menos me importa para este post.

HTO. Hostile Takeover es una saga literaria de acción y ciencia ficción. En la actualidad ya se puede comprar la primera novela de la saga, “El legado de Henry Bobson” por 3.95€, en formato libro electrónico con una modalidad de lectura que han llamado hiperlectura y bajo licencia creative commons. Además se pueden leer de forma gratuita los primeros siete capítulos de la novela desde un novedoso lector online de novelas que han desarrollado. También han creado una enciclopedia online para clarificar conceptos, personajes, tramas y el futuro del proyecto.

Por si esto fuera poco, una vez uno compra el libro puede descargar la novela en varios formatos, sin DRM, 4 veces, e incluso te piden “por favor, compártela con tus amigos usando nuestro sistema PRO piratería y tus redes sociales”.

Pero lo más novedoso es que se puede acceder a un área privada donde hay:

  • Acceso a descargas privadas
  • Contenidos exclusivos
  • Sistema de logros
  • Hiperlectura mediante el uso de smartphones, códigos y contenidos en internet
  • Cuenta en el Bank of Ishtar con un depósito inicial de moneda virtual para invertir en packs de desarrollo de HTO

Les deseo la mejor de las suertes, y aplaudo su iniciativa. Esta es la gente que “matará” a las editoriales (y todos nos deberíamos alegrar) si estas no se “ponen las pilas”. Si fuesen listas, y quisieran crecer y seguir en el negocio de forma competitiva, las principales editoriales les deberían ofrecer un puesto en su consejos de dirección ahora mismo. Pero todos sabemos que es más fácil manipular los precios con medidas anticompetitivas, llorarle a papá estado, imponer DRM aunque perjudique a tu propio cliente y a la difusión de la cultura, y exigir medidas legislativas que permitan a las fuerzas y cuerpos de represión del estado perseguir a personas inquietas con hambre de cultura.

¡Enhorabuena, Ibán y Ben! El futuro es vuestro. Os lo habéis ganado.

Nota: conozco a Ibán M.G. desde hace 7 años. Pero escribo este post no porque sea amigo, sino porque el proyecto me parece estupendo.