El miércoles mi esposa y yo fuimos invitados a la recepción para miembros del MoMA “The Forever Now: Contemporary Painting in an Atemporal World”, que se inaugura oficialmente mañana para el público en general.

Obviamente la lluvia no impidió a las hordas de la alta sociedad acudir a MoMA y reunirse alrededor de una de los tres barras libres. Pero eso fue genial porque nos dio, y a unas cuantas otras parejas del tipo “primera cita de How About We”, la oportunidad de visitar algunas de las galerías sin tener que usar los codos.

Ambos disfrutamos “ Fotografías modernas de la Colección Thomas Walther, 1909-1949 “, y vimos “Nicholas Nixon: Cuarenta años de las Hermanas Brown” a la salida. Pero sin duda la estrella fue “The Forever Now: Contemporary Painting in an Atemporal World”.

Necesito un post largo para comentar esa exposición. Definitivamente me causó algunos sentimientos encontrados, desde “me sacan la lengua, lo entiendo” a “esto es increíble” aunque, más a menudo, “¡tienen que estar de broma!”.

Entiendo el reto de los curadores de arte contemporáneo al tratar de armar una exposición contemporánea históricamente relevante. Me recuerda a los “emprendedores” a los que piden previsiones de cifras de ingresos en una ronda A (o peor, en un “elevator pitch” de una inversión semilla). Admiro su valentía. Admiro las formas creativas utilizadas para tratar de convencer a los demás de que saben lo que están haciendo (no puedo decidir si citar a William Gibson era una manera de atraer a los “millennials”, un toque de genialidad, o un pobre intento … así que supongo que podría ser un poco de todo). Pero realmente eché de menos la descarga de responsabilidad tipo IMHO que debería ir con tan audaces y a menudo exageradas declaraciones.

Una cosa que definitivamente me hubiese gustado, como siempre cuando se visita una exposición de arte, es una oportunidad para discutir el arte con el artista. Porque en este caso creo que habría sido una pasada. Si me refiero a esto de una manera buena o mala, ni yo lo sé.

En definitiva, una experiencia que vale la pena. Como siempre.