Llevamos ya varios día viviendo en Londres.

Mudarse a un nuevo país no es una tarea tan imposible como algunos se imaginan, pero sin duda es todo un reto.

Lo primero que tienes que hacer es olvidar las comparaciones. Ningún lugar es perfecto, y ningún lugar es completamente horrible. Pero uno no puede dejar de alucinar con las “peculiaridades” del lugar. Estas son algunas, al azar, que nos hacen reír o llorar:

  • Coches descapotados en un día de 10ºC. Después de todo un día “maravillosa” aquí es uno sin viento o lluvia (no importa que el cielo esté completamente cubierto de nubes “panzaburro”)
  • Las diferencias entre Inglés Americano e Inglés de la Reina (o Británico), que son muchas, y te miran como si estuvieras loco si te equivocas
  • 10 días para conseguir la activación de la banda ancha en casa … ¡incluso si el inquilino anterior utilizaba el mismo proveedor de Internet!
  • “Secadora” no es lo mismo que en EE. UU. Aquí (y en España) se refieren a “centrifugar”, no “caliente y completamente seco”
  • Reunirse a tomar una cerveza en el bar después del trabajo, en vez de vino como en NY
  • Las impresionantes vistas desde nuestro apartamento, y de camino al trabajo
  • El imposible de tratar de abrir una cuenta bancaria, para lo cual se necesita un comprobante de domicilio, para lo que necesita … ¡una cuenta bancaria!
  • ¡Cuánto ha mejorado la escena foodie (especialmente si vives junto al mercado milenario de Boroughs Market como nosotros)!
  • Lo exageradamente caro que es todo (aún después de haber vivido 4 años en Nueva York)
  • Lo absolutamente necesario que es Internet, y no sólo para el trabajo, sino para cosas tales como hablar con tus hijos, o saber a qué hora cierra del mercado
  • La de eventos culturales y artísticos que ocurren aquí a todas horas, y no sólo “para ser visto” u “orientado al mercado”. ¡Nos va a encantar estar aquí!

Estoy seguro de que vamos a añadir muchos más a la lista;)