Admito que soy un cobarde cuando se trata de clima desapacible (¿quién lo hubiese pensado, después de caminar kilómetros y kilómetros por las aceras nevadas de Nueva York?), así que este fin de semana entre la lluvia, el viento y las bajas temperaturas (a parte de una migración tecnológica que no ha salido lo bien que debería) me han dejado en casa, sin asistir a los eventos a los que realmente hubiese querido ir, como el Web We Want Festival, y el Festival de Música y Filosofía HowTheLightGetsIn2015. Pero un hombre ha de comer, así que el sábado fui al mercado de la calle Maltby.

Había leído online que era una gran alternativa al carísimo, abigarrado y sólo-para-turistas mercado de Borough, así que sentía curiosidad, ya que ambos están cerca de mi apartamento en la zona del London Bridge.

Al llegar resultaba obvio que aunque no había manadas de turistas deambulando sin rumbo como en el mercado de Borough, había manadas de hipsters de procesión por el estrecho callejón buscando el garito más almacén-post-industrial-hecho-polvo para disfrutar sus cócteles o microbrew, y pagar tan felices 10£ por una botella de vidrio vacía y reciclada en una tienda de “segunda-mano/antigüedades”.

No obstante, admito que hay algunas joyas, a parte de Tozino, y regresaré cada vez que tenga visitantes. De hecho disfruté de un sandwich de queso a la plancha divino en The Cheese Truck, un “huevo escocés vegetariano” en Finest Fayre, y el postre más delicioso basado en baklava en Pastry Art. Pero esto no es la alternativa al mercado de Borough que andaba buscando.

Tiene que haber algo entre el mercado de Borough y el Waitrose de Canary Wharf. Los próximos en la lista, por recomendación de Birgitt: Elephant & Castle y Tutting.