El viernes 6 de noviembre, de camino a una reunión, me detuve en la Biblioteca Británica. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había estado allí.

Se necesita un permiso especial para utilizar sus volúmenes, pero tienen una agenda muy activa de eventos y presentaciones, y un maravilloso museo.

Entre los “tesoros” que tienen, hay manuscritos de Mozart (‘Verzeichnüss aller meiner Werke‘), Beethoven, la Carta Magna, John Lennon, Percy Bysshe Shelley (‘The Mask of Anarchy‘), y muchos otros documentos históricamente relevantes, como la primera música impresa en notación musical occidental utilizando el tipo móvil de Gutemberg (sur de Alemania c.1473), un Gradual (libro de cantos para misa).

Después de haber trabajado (hace muchos años) en una imprenta, estaba particularmente interesado en algunos de los primeros libros impresos.

La Biblia de Johan Gutemberg comúnmente se considera el primer libro impreso (es otro ejemplo del hecho de que ser “el primero en el mercado” es una ventaja, pero no la definitiva: su compañía se declaró en quiebra, como la de muchos otros pioneros). Pero esto no es correcto. Hay ejemplos en China y Japón que son anteriores a Gutemberg por siglos. Por ejemplo ‘El Sutra del Diamante‘ (China, 11 de mayo de 868) es considerado como el libro fechado impreso más antigüo.

También es notable que este primer libro impreso en la historia fue “copyleft”: tenía una nota que decía “Reverentemente hecho para su distribución universal y gratuita por Wang Jie en nombre de sus padres el día 15 del cuarto mes del año noveno de Xiantong”.

Pero incluso ese libro fue precedido por los restos más antigüos de texto impreso en Japón: ‘Los millones de encantos de la Emperatriz Shotoku‘ se imprimió en Nara, Japón, entre 761-70. Se imprimieron y distribuyeron ¡un millón de copias del Hyakumantō dhāranī! después de la supresión de la rebelión de Emi en 764.