Después de 12 horas “de parada en boxes” en casa, para darle a mi familia algunos regalos que traje de Japón, hacer la maleta de nuevo y dormir un poco, me fui de vuelta al aeropuerto. Esta vez en dirección a Lisboa, donde IBM me invitó a participar en su Cumbre de Ejecutivos de Socios de Negocio.

Algunas notas rápidas de ese viaje y el evento: siempre encantado con la comida portuguesa; un montón de ejecutivos europeos hablando un inglés flojo con acentos fuertes; sonrisas falsas y una sorprendente cantidad de desconfianza entre los “socios de negocio” oculta bajo falsa camaradería (¿es algo “típicamente europeo”?); promesas de que te “presentarán a” y “harán seguimiento de” que no se hacen realidad …