El 4 de diciembre tuve la suerte de ser invitado a visitar la exposición de Ai Weiwei en la Royal Academy.

Sabía que iba a disfrutar de ella ya que Ai Weiwei es uno de mis artistas favoritos. Sabía que incluso mi hijo, mi esposa y mi suegra lo disfrutarían, ya que el arte de Ai Weiwei es altamente figurativo y simbólico, incluso hasta el punto de ser obvio en sus últimos trabajos (lo que hace su atractivo tenga mayor alcance aunque sea un poco menos elitista). Además de eso, la Royal Academy dispone de una guía multimedia completa y accesible que ofrece explicaciones del comisario de la muestra Adrian Locke.

Pero no anticipaba que me gustase tanto. Fue impresionante.

Después de eso, para hacer el día mejor, paramos en Minamoto Kitchoan para comprar deliciosos wagashi japoneses. Compramos maccha senbei (galletitas onduladas), okoicha baumkuchen (pastel multicapa en rollo), dorayaki, hakuto mochi (de melocotón), y _ayashirabe _con forma de conejitos y sabor a yuzu, pero no les quedaba chocolat mochi maccha, ni gelatina shimizuhakuto (de melocotón). ¡Ahora tenemos excusa para volver pronto!

^_^