El lunes 18 de enero fui a Liverpool por una reunión de negocios. La primera en un proyecto muy grande con el Sistema Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra.

Fue un viaje rápido, que comenzó bien: con un trono “Juego de Tronos” hecho de guitarras eléctricas en la estación, y Virgin dándome un upgrade a Primera Clase. Por lo general me da igual viajar en primera clase para viajes cortos en tren. Pero estuvo bien tomar huevos a la florentina para desayunar, y poder usar wifi todo el viaje.

Cuando llegué al hospital donde tuvo lugar mi reunión, me encantó la iniciativa que habían puesto en marcha: un puesto de productos frescos en la entrada principal, con excelentes frutas y verduras y precios realmente asequibles (aunque supongo que comparado con Londres cualquier precio parece asequible).

Siempre me ha sorprendido cómo en muchos hospitales, sobre todo en los EE.UU., sólo tienen la peor comida disponible, ya sea en la cafetería o en las máquinas expendedoras.

Al día siguiente fui a Cambridge para reunirme con los investigadores principales y el director del impresionante Centro de Investigación de Microsoft.

La comida ”sana, fresca y local" de catering que nos sirvieron para el almuerzo en la sala de reunión gigante, demuestra que las grandes empresas están empezando a cambiar su actitud hacia la salud y el consumo.

Estando bajo acuerdo de confidencialidad como estoy, no puedo hablar de lo que hemos discutido durante esa larga reunión, pero digamos que me sorprendió muy gratamente ver los proyectos de investigación interesantísimos que me mostraron, y supongo que les gustó lo que hacemos en mi empresa porque algunos de esos investigadores van a venir a un taller en nuestras oficinas en España el mes que viene. ¿Quién hubiera pensado, hace unos años, que estaría colaborando con Microsoft? Pero me alegra de ver que ellos son los que han cambiado su actitud hacia el software libre y código abierto, y no yo. “Gané” – todos ganamos.