Caminando hacia mi oficina londinense en Shoreditch

para reunirme con el inversor suizo y su traje impecable,

dejando atrás el paso rápido con café en la mano de los banqueros de la City,

me he dado cuenta de la ausencia de la que nadie parece haberse percatado

¿A dónde fue?

Su saco de dormir y almohada siguen todavía en la acera

colocadas en la esquina tan molestas como siempre

Pero no está

Me pregunto y me preocupo

su frágil cuerpo, casi tan ausente como su mirada perdida

sin nadie que devolverla,

había sido un compañero constante y silenciosa de mi paseo diario

Nunca hablamos, pero habíamos conectado

Necesitaba ayuda que yo le ofrecí

pero también era anhelo de un contacto que yo acepté

con mis ojos y mi sonrisa

Se alimentaba de eso con hambre desesperada

pero me temo que mantenían su cuerpo con vida

Lo busco

¿Finalmente logró reunir suficientes migajas en forma de monedas

para entrar en el nuevo templo de la abundancia exclusiva

y ser capaz de adquirir un artículo comestible con el que continuar un día más?

¿O se ha dsvanecido, desaparecido, y ha sido retirado fuera de nuestra vista y nuestro camino?

En ese caso, ellos no lo sacan de mi vida, de mi corazón,

donde todos vivís, lejos de mí

Como mi mirada, todavía buscando, doblando la esquina

con la esperanza de que él estuviese ensuciando la pared con su orina,

Veo la última ironía sociales:

dentro de la galería de arte Bloomberg Space

un letrero de neón

que alguien definitivamente ha puesto para mí hoy

que dice:

“Hagamos como si esto no hubiese ocurrido”

(“Let’s pretend none of this ever happened”)

El poeta romántico en mí se detiene

no más palabras, no más pensamientos,

la ironía en su insulto ha hablado, en términos obvios, a nadie

Pero no puedo

NO PUEDO

dejarlo pasar

y enfurecido con ira e incredulidad

Sigo

convencido como siempre

en subvertir el sistema

para penetrar en él, entrar ilegalmente en él, y exprimirlo

para así tener las sucias herramientas que utiliza el sistema para convertir nuestra alienación en arma contra nosotros mismos

Y luego llegará el día cuando nos vemaos el uno al otro como uno, y el mundo estará lleno de “nosotros”,

ya no habrá más “ellos”,

y luego me iré

pues mi trabajo habrá culminado

Te veo

Abre los ojos

35000 decisiones al día

Éste es la clave

No me escondo

Hola Sr. banquero

aquí está mi alma

deme las herramientas

para destruir su mundo

y liberaros a todos