Vivo en Wimbledon. Nos trasladamos aquí (antes vivíamos junto al Puente de Londres) porque esta zona es mucho más relajada y tiene grandes parques a poca distancia. Pero durante dos semanas al año, esta urbe se convierte en la capital del tenis del mundo.

Ahora que el Campeonato de tenis de Wimbledon 2016 ha terminado, pudo publicar esta colección de fotografías que muestran lo loca que se vuelve la ciudad durante dos semanas. Y sé que ha terminado el campeonato porque puedo oír a los jugadores gemir, el árbitro anunciar el tanteo, por no hablar de la multitud rugiente… desde el comedor de mi casa.

Desde nuestra ventana del comedor, hemos podido disfrutar de profesionales jugando al tenis. Las pistas de entrenamiento están justo en nuestro patio delantero, así que cada vez que fallan un golpe (lo que no ocurre a menudo) una pelota de tenis se posaba frente a nuestra puerta o plaza de aparcamiento. Tenemos una colección de 6 en casa, decorando la repisa de la chimenea, más 3 más que mis padres se llevaron con ellos cuando vinieron de visita.

Las dos cosas que me han sorprendido más es el equipo de cuidadores de césped, con su precisión y metodología militar, y los jugadores en silla de ruedas. Por supuesto, lo que me ha molestado más son las masas de fans completamente tomando las aceras en su camino a/desde el All England Lawn Tennis and Croquet Club y de/a la estación de metro de Southfields.

Me alegro de que haya regresado la paz y la tranquilidad.