Una de las cosas que más me está llamando la atención en este viaje es el número de personas sin hogar que hay en San Francisco. La desigualdad de ingresos es tan obvia y ofensiva, que duele. Sé que esto no es un problema único de SF, pero aquí es mucho más visible que en muchas otras ciudades.

Mientras camino de Union Square a Tender Nob por las calles Geary u O‘Farrell, o cuando voy a trabajar a SOMA, veo personas sin hogar y necesitadas por toda la acera. De todas las razas, géneros y edades. Pero si nos fijamos en la calle, se ven Ferraris, Teslas, BMW y Mercedes-Benz por todas partes. Con sus ventanillas tintadas, para no tener que soportar “la mirada de la realidad”.

Casi saqué una foto de una fila de personas sin hogar en la acera junto a un edificio de “guardería de perros”, pero no quise molestarlos más, y había demasiados para pedirles permiso a todos.

 

Con el corazón encogido de la tristeza y la furia, llegué al edificio Mind the Bridge y Founders Space donde pasé el resto del día en un taller con mentores para preparar mi presentación para el evento del día siguiente, tratando de enfocar y concretar el pitch (limitado a 4 minutos).

El nivel de los mentores era bastante bueno. Gente como el Director General de Woodside Capital, el Director de M&A de Opera, el Responsable de Marketing de VMWare, el Director de Orange en Silicon Valley, el Socio de Estados Unidos en Salesforce Europa…

Una vez que el largo día terminó, compré algo de comida para llevar en el supermercado japonés de la esquina, para poder trabajar un poco más en la habitación.