El 7 de enero decidimos enfrentarnos al Ciclón Bomba e ir a hacer snowboard en Glen Eden, cerca de Toronto.

Tras mi carrera de baloncestista y una larga lista de operaciones, mis rodillas no disfrutan de ciertas actividades. Los deportes de invierno son una de ellas… bueno, hasta que mi hija me dijo de ir a practicar snowboard, ¡claro!

Tras varios días de Ciclón Bomba y Vortex Polar, nos estábamos quedando sin tiempo. Así que el mismo día que teníamos que ir al aeropuerto para su regreso a España, conducimos hasta las pistas de ski con temperaturas bajísimas, que eran más altas que en días previos.

Ni que decir tiene que lo pasamos fenomenal, y confirmado: snowboard sí puedo hacer. Pero no debería esquiar. Nunca.

Por cierto, mi esposa ayudó un MONTÓN: condujo en carreteras heladas, nos dirigió a toda la manada (mis padres a cafetería, junto a la chimenea, y a mi hija y a mí a por el equipo, y a las pistas), nos trajo a todos comida y bebidas calientes, sacó fotos… es increóble ¡gracias!