El viernes fuimos invitados a abordar el Silver Spirit de Silversea, para navegar durante las siguientes nueve noches, por la Península Ibérica con escala en: Barcelona, ​​Palamós, Palma de Mallorca, Valencia, Cartagena, Málaga, Cádiz (dos días) y Lisboa.

Mapa

El procedimiento de embarque fue el más rápido que hemos experimentado, incluida una prueba Covid19. A bordo, todo el mundo estaba vacunado y llevaba una máscara.

El itinerario (Barcelona a Lisboa) es “local” para mí, pero mi esposa no había visitado antes algunos de esos puertos de escala, y era nuestra primera navegación en Silversea.

El barco es un poco antiguo (no mucho), pero bastante elegante, de una manera clásica. Fue completamente renovado en 2018. Los pasajeros eran bastante diversos no solo en su país de origen, sino también en edades e incluso razas (para variar). Lo que hace que el código de vestimenta sea aún más interesante: 2 noches formales (esmoquin - corbata negra), 5 informales (chaqueta de traje) y 2 (días de embarque y desembarque) informales.

Con 411 tripulantes para 608 pasajeros (en este solo alrededor de 400), el servicio a bordo de este crucero con todo incluido es excelente. Y tener tu propio mayordomo personal lo hace aún más sorprendente. Todo, desde el champán Pommery hasta los artículos de tocador Bvlgari, es agradable. Una pequeña queja, porque siempre tiene que haber margen de mejora, es que el sistema de entretenimiento no te permitía guardar favoritos o incluso ver vistas previas de películas. Además, la selección de películas era amplia, pero un poco limitada en su rango y bastante desorganizada.

Para un barco tan “pequeño” las opciones culinarias son bastante generosas: 7 restaurantes, de los cuales 4 son restaurantes de especialidades (Silver Note y Hot Rocks están incluidos en el todo incluido, Seishin y La Dame tienen un cargo extra), más Atlantide, Indochine y La Terrazza. Apuesto a que puedes adivinar el tipo de cocina por el nombre del restaurante ;-)

Después de embarcar en Barcelona, ​​antes de retirarnos a nuestro camarote con terraza, cenamos caviar y langosta en el restaurante Atlantide, zarpando a las 23h.

Algunas fotos aquí.