Ayer me invitaron a la fiesta “cocktail de año bisiesto sólo por invitación” de la Trienal The Ungovernables en el New Museum.
Tras una larga cola en la calle, bajo la lluvia y aire frío (no me extraña que ahora esté costipado), la fiesta comenzó a las 19:30 en el lobby: DJ, cocktails, y bandas fluorescentes para una multitud con ganas de ver y ser visto.
Como no me gustan en especial las fiestas y la socialización, subí a ver la exposición.
Hoy he acudido a la invitación de la presentación de K-HOLE#2 en el MoMA PS1. Gente joven, “look atista de Brooklyn”, con cervezas y barbas, con la actitud desinteresada que requiere el PS1: o no lo pillo o lo pillo, pero en cualquier caso no se mostrará en mi cara.
Había demasiadas obras expuestas para comentar aquí (y demasiado complejas o exasperantemente simples). Lo que definitivamente no merece la pena comentar, desde mi ignorante punto de vista, es “The New Cinema Event” de Alterazioni Video.
Nueva York está lleno de arte japonés, y no me refiero solo a la Asia Week NY o la arquitectura (New Museum: SANAA, MoMA: Yoshio Taniguchi, Japan Society: Junzo Yoshimura…), diseño interior (Megu: Yasumichi Morita, Morimoto: Tadao Ando, Louis Vuitton: Jyun Aoki…), escultura (Red Cube: Isamu Noguchi…), colecciones de arte (MET, MoMA, Japan Society, Morgan, Rubin…), comida (Yasuda, Kajitsu, Minamoto Kichoan…), o tiendas (Makari, Toy Tokyo, JCC…).
Ayer tuve la oportunidad de ver dos formas de arte poco comunes en NY.
Por culpa del laaaargo y curioso (tanto que merece un post a parte) proceso de obtención de mi visado estadounidense, he estado “atrapado” en Ottawa (Canadá) durante una semana.
Supongo que Canadá no es un destino prioritario de los viajes de invierno (particularmente si, como yo, no puedes esquiar o patinar sobre hielo). Pero ya que estoy aquí, saquemos lo mejor de la situación: La Galería Nacional, Museo de las Civilizaciones, Museo de la Guerra, Winterlude, unos cuantos lugares de comida adorables (como The Tea Store, Memories, u Oh So Good) y un montón mediocres, mientras uno se hospeda en un hotel/castillo muy bonito (con piscina climatizada y gimnasio), servirá 😉
Esta mañana he pasado por delante de la galería de arte más pequeña de Nueva York, 125windowgallery, en la calle 47th entre la 3ª avenida y la avenida Lexington:
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Lo bueno de esa galería es que no hace falta “entrar” 😉
Este no va a ser uno de esos posts profundos, analíticos, reflexivos (como si alguna vez hubiese escrito uno 😉 ). Simplemente necesito desfogarme.
El pasado sábado, en la calle Prince, en medio del Soho, un hombre (no mencionaré su nombre porque, como veréis, no merece publicidad) daba CDs a los que pasaban. Como con cualquier cosa digital, sentí la necesidad de averiguar más, así que lo cogí. Y antes de que pudiese leer la carátula, dijo “¿vas a pagarme o qué?
Ayer fui a la Biblioteca Pública de Nueva York (NYPL) a ver “Hable con ella” de Pedro Almodovar, parte de una serie de proyecciones de películas de Almodovar en la NYPL. Pero para mi sorpresa, la proyección (y las restantes del ciclo) había sido cancelada.
Hablé con la persona del mostrador de información, que me dijo que la Sociedad de Autores (será la abominable SGAE, que no merece un enlace en mi blog) y la productora de Almodovar (El Deseo Producciones) habían subido lo que previamente estaban exigiendo por royalties o compensación por las proyecciones (gratuitas) de las películas (que ni siquiera están en los cines actualmente), y que la cantidad que pedían ahora era tan alta que la NYPL no se lo podía permitir, con lo que han tenido que cancelar las proyecciones.