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Banksy Simpsons en YouTube
y desde el inicio (ver vídeo, pasados los primeros 40 segundos) es rompedor. ¿O no?
Que la 20th Century Fox permita transgresiones al statu quo no es nuevo. Pero que lo haga pese a que la crítica va dirigida a un sistema de la que forma parte, y empleando su propia imagen como centro de esa crítica sí parece rompedor.
Sin embargo, que el sistema permita la transgresión, la crítica, el inconformismo, no es sino otro de los mecanismos de defensa que tiene, y uno de los más sutiles y maquiavélicamente eficaces: la asimilación.
Como dice Boehme hablando de la psicogénesis de la creación, Dios (naturaleza, fuerza creadora, el hombre, o lo que sea que cree) necesita de un espejo (Spiegel) y un reflejo de sí mismo (Selbstab bildung). Pero un clon mutante, o un robot roto son la demostración de que Dios no sabe hacer espejos. Ergo esa enfermedad llamada Ser Humano.
Hace poco una amiga me comentó que había oído, en una conferencia sobre arte indio, algo del estilo: “en la India el arte no tiene el enfoque mercantilista que tiene en occidente…”. Típico panfleto idealista que defiende el misticismo hasta en la salsa curry. Y lo digo con crudeza y acritud porque hay datos que apoyan mi escepticismo. Est humanum errare, divinum ignoscere. Me han comentado que no fue eso lo que se dijo en la conferencia, pero no obstante, el resto de la entrada creo que sigue siendo válido.
Quiero un mundo donde el código esté programado en verso. Donde la poesía sea binaria. Donde la información huela bien.
El otro me agrede. Por eso no he entendido nada hasta que he entendido el amor. Porque 1+1=1
Se me ocurre un comentario atrevido, como suele ser la ignorancia de la que poseo más dosis de la aconsejable, a raíz de un texto de Jaime Gili para la revista Lápiz nº195. En dicho texto el Sr. Gili hace referencia a “Mil Mesetas. Capitalismo y Esquizofrenia” de Gilles Deleuze y Félix Gattari, Ed. Pre-Textos. Aunque Deleuze es un autor que me interesa mucho (ahora mismo me estoy leyendo su “Lógica del Sentido”) he de reconocer que no he leído “Mil Mesetas” (todo llegará).
Amanece muy nublado y cayendo aguanieve. Esto ya parece más Chicago.
Esta mañana he estado en el brunch con gospel del House of Blues. Nada espectacular (ya había estado muchas veces en sesiones de gospel en otras ciudades). Pero siempre me llama la atención la genuinamente espectacular forma en que los “afroamericanos” (negros, vamos) viven esa comunión de música y religiosidad. De especial mención ha sido el escuchar (y cantar) “Down by the river” un “negro espiritual” (canción de la época de la esclavitud).