Leyendo en el avión de Palma a Londres los diálogos de Chuang Tse (gracias Carlos), reflexiono sobre el ideal taoísta de “no dejar huella”. Toda huella dejada es imperfección, necesariamente la huella de un yo separado, de un ego.
Curiosamente las civilizaciones occidentales (y buena parte de las orientales) históricamente han hecho hincapié en lo contrario: en la huella, en ser recordados, en la influencia… Todos, en cierta medida, hemos sido educados con el enfoque egomaníaco y megalómano por el cual el objetivo fundamental de la vida es hacer cosas, algo, por lo que ser recordado, marcar la diferencia, dejar nuestra herencia.
Alternativas y sencillas medidas para acabar con la mala distribución de la riqueza e injusticias varias en general hay muchas. Muchísimas. Si uno se pone a investigar, es sorprendente la cantidad de propuestas que hay (llevo un tiempo recopilando información sobre el tema para el manifiesto que estoy redactando, y cada vez me sorprenden más).
Desde la renta básica a la limitación o eliminación de la herencia, hay miles de propuestas sencillísimas de poner en marcha, y con un potencial de impacto (en muchos casos bien estudiado y cuantificado) enorme.
Tras culminar el beve pero interesantísimo libro de John Perry “A Dialogue on Personal Identity and Immortality”, he tenido la sensación de que el autor, en la más tradicional costumbre académica, se queda corto al no aportar su propia visión, su alternativa. No me ha sido suficiente el elegante y ameno repaso a las principales teorías de la identidad que efectúa disfrazado de dramático diálogo. Así que, ayudado por una, interesante como siempre, conversación con mi chica (estudiante de Filosofía, entre otras muchas cosas), he llevado el concepto mucho más allá, terminando en derroteros inesperados (lo cual constituye uno de los principales placeres del debate y la tertulia).
A lo que lleva el “compromiso”: entropía legislativa.
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Noticia. Fuente faqmac:
El Parlamento europeo aprobó ayer la ampliación de los derechos de autor para grabaciones musicales. Estaba en 50 años, pedían 95 y se quedó en 70.
Aunque el comisario europeo de mercado interior había propuesto extender el copyright hasta los 95 años, la falta de consenso ha llevado a una solución salomónica para que la medida saliera adelante. El Parlamento aprobó los 70 años con 377 votos a favor, 178 en contra y 37 abstenciones.
Anoche estuve viendo con mi chica Storytelling (2001) de Todd Solondz. Tras la misma, como suele ser habitual, se inició el debate/tertulia. Pero lo que podría haber sido un consenso más, como nos ocurre en tantas ocasiones, se convirtió en un enfrentamiento de posturas. Y no por el film en sí, bastante fácil de analizar. Sino por un término: “crítica”.
Mi chica defendía que la película era una crítica, más incisiva que American Beauty, de la sociedad norteamericana y sus valores.
En el maravilloso videoclub Stromboli (gracias, Juan) alquilamos el otro día dos películas. Y ayer fuimos al cine a ver una tercera. Creo que son perfectos ejemplos de tres formas de ver y entender el cine.
Pese a que nos gusta por lo general más el enfoque oriental (intimismo, sutileza, preciosismo, esencia…) optamos por tres películas norteamericanas, con lo que la comparación será más justa: Waking Life, Art School Confidential, (ambas en DVD) y The Last Hurrah (en la Filmoteca).
Chris Patten (Lord Patten of Barnes, Chancellor of the University of Oxford desde 2003, ex-ministro, ex-Comisionado de la UE, y ex-gobernador de Hong Kong), hablando de su último libro “What Next? Surviving the Twenty-First Century” en Oxford Today (Hilary Issue 2009) dice cosas tan sensatas como que pese a que no está a favor de la legalización del consumo de drogas duras, esa opción debe considerarse muy seriamente, y dejar de perseguir al consumidor penalmente para enfocarse desde el punto de vista sanitario (pues la población carcelaria por estos asuntos se ha duplicado, sin descender el consumo); como que hay problemas que se ven venir y no se está haciendo nada para prevenirlos (como el hecho de que 6 de los 7 grandes ríos que fluyen hacia China e India surgen de los Himalayas, donde el calentamiento global afectará y mucho, produciendo problemas y tensiones entre ambos países); o como que siempre será un estudiante.