El sábado por la mañana, mientras caminaba hacia el gimnasio en Park Avenue, vi una oleada de jóvenes (aunque comportándose como adolescentes o frat boys) vestidos de verde (algunos con una camiseta o suéter, otros con un disfraz completo de leprechaun) en una procesión hacia su borrachería irlandesa favorita para “celebrar” el Día de San Patricio del único modo que les parece apropiado, a parte de la procesión oficial de la 5ª Avenida: beber hasta que te desmayas.
Hace unos días, en una reunión en el hotel Setai de Nueva York, Michael (con más de 3 décadas de experiencia haciendo negocios con empresas españolas y americanas) describió perfectamente lo que es hacer negocios entre España y EEUU:
Una lucha entra la arrogancia americana y el orgullo español
La semana pasada asistí a 3 exposiciones/eventos que me permitieron ver la importancia del contexto en la interpretación (y disfrute) de una obra de arte. Nótese que diferencio “interpretación” y “disfrute”, aunque para muchos de nosotros, esos dos conceptos van de la mano. Pero este es un post breve, así que la Fenomenología de la Estetica tendrá que esperar (mientras puedes leer a Dewey, Hartmann, Adorno, Ortega y Gasset, Sartre, etc, etc 😉 )
Cuando Émile Durkheim escribió sobre el concepto de anomia (basándose en el trabajo de Jean-Marie Guyau) en su libro Suicide de 1897, habló de un extremo de la anomia: una sociedad con demasiada rigidez y poca discreción individual que causa un desajuste destructivo (desregulación moral y ausencia de aspiraciones legítimas).
Esto está ocurriendo en el mundo del siglo XXI, en muchos países: aquellas sociedades totalitarias (militar o religiosa) donde la norma social, expectativas, y represión conforman una jaula al rededor del indivíduo, desposeyéndolo de su individualidad,sus aspiraciones, sutílmente (o no) imponiendo un corset social donde el indivíduo no puede ser él/ella mismo/a, concentrándose sólo en respirar, sobrevivir…
Mientras camino hacia mi oficina, veo un anuncio que me pone enfermo (de hecho veo varios, pero este en particular apunta a algo que no es el consumismo-sexuación-exceso al que tan peligrosamente nos estamos acostumbrando).
El anuncio dice “Convierte el ahora en recuerdos”. ¡¡Menudo error!!
Ahora es ahora. Ahora tiene que ser ahora. Ahora debería ser ahora. Ahora ha de mantenerse ahora.
Cuando intentas “convertir el ahora en recuerdos”, te pierdes el verdadero ahora.
La inteligencia no podría representar mucho tiempo el papel del corazón.
François de la Rochefoucauld