Con la estela de los IgNoble, estos días se habla bastante de investigaciones y estudios que parecen irrelevantes, pero NO lo son. Como ya estaréis hartos de los escarabajos copuladores y demás ganadores de este año, os enlazo otros que resultan interesantes y tienen mucha aplicación:
– El consumo de electricidad en la producción de cannabis (¡el 1% de la electricidad producida por EEUU se dedica a producir cannabis!, el 8% de la electricidad de consumo particular en California… y se podrían ahorrar el 75% de ese consumo con sencillas medidas, lo que significaría bajada de precios ¡a qué esperan!
Con esta herramienta se puede interrogar a Twitter y ver en un gráfico las respuestas.
También lo puedes hacer directamente, pero será mejor que aprendas la sintaxis de interrogación.
Ahora imaginad lo que se puede averiguar con un montón de datos flotando en la red (BigData) y herramientas potentes de interrogación (como BigSheets de IBM).
Aunque los resultados no son estadísticamente válidos (por canal, muestra y población), la “verdad” (como consenso pseudo-objetivo), la “relidad” (como constructo social) nunca ha sido más accesible, y a la vez, los ciudadanos nunca hemos sido más manipulables.
En instructables encontramos este detallado proceso de cómo convertir origami en un objeto plastificado.
Citando a J. Conrad: “The horror, the horror”.
Origami, oriental, es esencia, delicadeza, efímero, aquí y ahora, natural, autosuficiente, manual…
El plástico, occidental, el proceso de plastificado, es artificio, superficialidad, duradero, dependiente…
Como cultura, estamos asesinando la esencia.
U. C. Berkeley publica en Current Biology cómo su equipo de fMRI ha conseguido “leer” lo que pensamos (en este caso, lo que vemos):
Hay otros investigadores que, con otros métodos, estudian lo mismo, como este caso con electrodos implantados en el cortex y la reproducción de audio escuchado.
Las posibles combinaciones (orden) de una baraja de 52 cartas es igual al número de átomos que (creemos que) existen en el universo: 52! = 8.06581752 × 1067
Leyendo el discurso de aceptación del Premio Nobel de Richard P. Feynman he encontrado el origen de la interesantísima teoría del electrón único (todos los electrones son uno solo que viaja en el tiempo, y cuando regresa es todos los positrones): se le ocurrió a su profesor John Wheeler en 1940 para explicar la indistinguibilidad de los electrones. Piénsalo. Fascinante.
El lema es muy antiguo (se atribuye a las sátiras del poeta romano Décimo Junio Juvenal, aunque en su contexto original hablaba de fidelidad en la pareja, y los problemas de los secretos y los sirvientes), “¿Quién nos protege del protector? o ¿Quién vigila al vigilante?”, pero muy recurrente a lo largo de la historia de la cultura occidental (desde Enemigo Público a La Fortaleza Digital, LRL, Los Intocables, La Liga de la Justicia, Los Simpson, Cadete Espacial, Discworld… y por supuesto Watchmen).