El domingo 31 de octubre fuimos a la Exposición de los Premios Mundiales de Ilustración en Somerset House (Londres). Fue una delicia. No solo era en uno de mis lugares favoritos de Londres, sino que además la selección de obras de ilustradores contemporáneos era bastante buena. La que más me gustó fue los posters futuristas Malika Favrepara los BAFTAs 2015, pero había muchos muy interesantes, como el perfecto poster de Bartosz Kosowski para _Lolita _de Kubrick, los monísimos dibujos de Chris Haughton para el Hospital Real Pediátrico de Londres, el super abigarrado Larger Than Line de Mattias Adolfsson, el arte potente y colorista de Grahame Baker-Smith sobre Alicia en el País de las Maravillas, o el icónico Autism de Aad Goudappel (una copia del cual adquirí para nuestra colección privada).
El 25 de octubre nos invitaron a asistir a la Feria de Arte Asequible (Affordable Art Fair) de Battersea (Londres), donde 110 galerías mostraban obras de 1,100 artistas.
Siempre hay algo interesante, y siempre es un placer asistir a esos eventos, pero en Nueva York suele haber obras más atrevidas y excitantes. A veces echo de menos vivir en Manhattan.
En cualquier caso, aquí van algunas fotos de obras que por un motivo u otro me llamaron la atención:
Después de 12 horas “de parada en boxes” en casa, para darle a mi familia algunos regalos que traje de Japón, hacer la maleta de nuevo y dormir un poco, me fui de vuelta al aeropuerto. Esta vez en dirección a Lisboa, donde IBM me invitó a participar en su Cumbre de Ejecutivos de Socios de Negocio.
Algunas notas rápidas de ese viaje y el evento: siempre encantado con la comida portuguesa; un montón de ejecutivos europeos hablando un inglés flojo con acentos fuertes; sonrisas falsas y una sorprendente cantidad de desconfianza entre los “socios de negocio” oculta bajo falsa camaradería (¿es algo “típicamente europeo”?
El sábado tenía mi vuelo de regreso. Pero como era por la tarde, decidí aprovechar el último día al máximo, por lo que hice el check out del hotel temprano, me subí al metro (con un poco de ayuda de una azafata de British Airways), y me dirigí a Shibuya, donde dejé mi equipaje en una taquilla, cogí un mapa (por si acaso, aunque creo que conozco bien la zona), y empecé a caminar por la calle Gato (Cat street), Omotesando, y Takeshita Dori.
El viernes sólo tenía una reunión programada por la tarde, así que me decidí a desafiar el día muy nublado y lluvioso, y salí hacia el jardín Sankeien. No es que estuviese cerca, pero había leído cosas buenas sobre él, así que sin preocuparme por que las fotos no salieran bien, o por perderme, o por mojarme, me fui de todos modos.
Sólo puedo asumir que el lugar estaba prácticamente vacío debido al clima inhóspito, pero yo encantado de caminar por allí casi completamente solo.
Como sucede a menudo cuando experimento algo tan sublime, me gustaría que mis seres queridos estuviesen allí para compartirlo conmigo.
Alguien dijo que cuando no puedes o no sabes cómo compartir, te conviertes en un exhibicionista. ¿Será por eso que tengo un blog?
En cualquier caso, después de ver una pequeña presentación sobre las características de seguridad y resistencia a los terremotos del ascensor más rápido del mundo, construido por Mitsubishi, subo a él, y a 750 m/s llegamos a la cima en el piso 69.
Antes de tener un día estupendo en la feria (pocas pero muy interesantes reuniones con organizaciones como: la Bolsa de Tokio, una empresa japonesa muy grande conocida por sus productos electrónicos, y un fondo de BioTech de Silicon Valley), fui al Red Brick Warehouse. Leí a alguien en línea diciendo que era la alternativa moderna e independiente a un centro comercial, y estaba muy cerca, así que decidí comprobarlo por mí mismo.
