El proporcionar información estadística al INE es obligatorio para las empresas (según Ley 13/1996). De hecho, se las llama “informantes” (lo cual suena sospechosamente como los colaboradores de fascismos y distopías).
Ante este colaboracionismo compulsivo ¿cabe o tiene sentido la intoxicación estadística?
Dos ejemplos de una de mis pasiones: la visualización de problemas complejos y datos enormes.
Por un lado el Washington Post ha hecho un trabajo titánico de recopilar y mostrar información sobre el sistema de Inteligencia y Seguridad del gobierno americano. Impresionante. Asusta.
Por otro lado una interesante iniciativa de la BBC para mostrar la dimensión de determinadas cosas (catástrofes naturales, objetos astronómicos, festivales, etc) sobre mapas, para que podamos comprarlo y medirlo.
Indispensable charla (subtítulos en castellano) en la que Michael Shermer explica porqué y cómo somos más propensos a buscar patrones que a analizar. [Nota: le sobra “cachondeíto escéptico” y el irrespetuoso último minuto y medio].
Aunque parezca que no, seguro que está relacionado con lo que expone Antti Ilmanen en su libro “Expected Returns: An Investor‘s Guide to Harvesting Market Rewards”.
Ya va siendo hora de que la ciencia meta sus narices en la religión, igual que la incertidumbre se ha abierto paso en la ciencia a través de la física cuántica.
… la vida de otro pasa rápidamente ante sus ojos.
Según el Dr. Anthony Atwood, autor de “La guía completa del Síndrome de Asperger”:
Los ordenadores se hicieron por y para gente con Síndrome de Asperger.
Intención es la determinación (distinguir, resolución) de la voluntad (elección, apego o rechazo) en orden a un fin (finalidad, objetivo).
Actitud es la manifestación (mostrar) de la disposición (orden) de ánimo (alma o espíritu como principio de la actividad humana, pero también intención, voluntad, atención, o pensamiento).
[Nota.- No confundir con aptitud (capacidad para operar competentemente en determinada actividad), aunque una sin la otra puede resultar igual de desastrosa, pues puede generar dolo, perjuicio, culpa, responsabilidad, castigo, compensación… pero todo esto en un siguiente post.
Me encanta cuando las supuestas verdades se hacen añicos, cuando los totems y tabús saltan por los aires dejándonos las puertas abiertas de la incógnita, como cuando se afirma que la Iglesia Católica no es Cristiana (y sólo hace falta contemplar el hecho de que poseen el doble de dinero necesario para acabar con la pobreza en el mundo, para convencerse… ¡como si no hubiese otros argumentos!).
Pero en este caso, aquí va un ejemplo mucho más potente: la inmortalidad existe.