Hoy, de nuevo, todo el día de reuniones.
Por la noche nos ha dado tiempo para despedirnos de Tokio como es debido: primero un paseo por el ruidoso, ajetreado, luminoso, y sórdido (pero a la vez con una completa sensación de seguridad) Kabukicho en Shinjuku, y luego cena de excelente sukiyaki (ternera, verduras y noodles cocinados en tu mesa con azúcar y salsa de soja) y shabu-shabu (ternera cortada muy fina y verduras hervidas en tu propia mesa, con dos salsas características) en Ibuki (lo que nos ha costado encontrarlo merece un post aparte, pues en esta ciudad las calles no tienen placa, y las direcciones no tienen lógica).
El miércoles fue un día de locos. Reuniones todo el día.
Por suerte, hubo un rato para pasear. Así que nos fuimos a Akihabara.
Aquello ya no es la meca de la electrónica (pues esta se ha extendido a todas partes), pero sigue siendo espectacular y ruidoso.
Luego nos fuimos otra vez a Shibuya. Cada vez que paseamos por allí, descubrimos miles de cosas nuevas, como la tienda de sombreros Bossio.
Hace caló, musho caló. Así no hay quien duerma. Pero hay muchas formas de combatir el calor, o el insomnio, o el aburrimiento. No, no es ver fútbol y Gran Hermano a todas horas, como mi alienado vecino. Es leer.
¿Crees que lo sabes todo porque has visto Zeitgeist? ¿Crees que porque tienes el enlace al informe oficial de la Unión Europea sobre Echelon ya estás curado de espanto? Comprueba tú mismo si conoces siquiera la punta del iceberg:
Esto lo he escuchado de boca de tirios y troyanos: “los músicos merecen vivir de su trabajo, y para que haya buena música ha de haber músicos profesionales”.
Parece tener sentido. Aceptémoslo tal cual, y veamos dónde nos lleva.
Quien dice músico dice cualquier otra actividad creativa, personal o en grupo, que conlleve un esfuerzo considerable, de la que disfruta o se “beneficia” un grupo de gente, o “público” ¿no? Me vienen a la cabeza muchos ejemplos.
El campo de la Inteligencia Artificial (AI) lleva siendo una de las “tierras prometidas” de la tecnología desde hace décadas. Pero está más o menos estancado.
Reflexionando sobre la educación, la libertad, la responsabilidad, y todas esas cosas que deberían estar claras y no lo están, me he dado cuenta de algo: para llegar a la AI se ha seguido recientemente primordialmente el camino del “aprendizaje”. Pero ¿qué “aprendizaje”? Primordialmente “ensayo y error”.
– Cómo construir un laser casero (que puede encender cerillas o explotar un globo)
– Villancico interpretado por hornos microondas
– PCs cayendo como fichas de dominó
– MD5 crackeado
– Si los lenguajes de programación fueran coches
– Protein music
– Dibuja sonidos
– Software asesor de improvisación musical
Hace unos días conocí a un ejecutivo de Cisco, de la oficina de Zurich, con un puesto realmente interesante: “Corporate Irritant” 😉