A psychological trap. We all, at some point, to some extent, fall into it.
In one hand we have the expectations others have of us. Wether real or imagined. Your son, your dad, your coworker, your lover, your friend… They push us, inspire us, but ultimately can crush us. The more responsible you are, the bigger the weight (real or perceived, which is just about the same for that matter) of those expectations.
Si te ha interesado el título de este post te interesará este libro, o por lo menos su impresionante lista de enlaces (you‘re welcome).
Subrealista, pero existe. Esta gente te lo pone fácil.
La verdad es que, aunque parece un sector saturadísimo, auqnue sea como experimento sociológico, estoy seguro que existen muchos sitios de encuentros que se podrían crear (por idiomas para practicar, para no ir solo al cine/cena, para profesionales que viajan y quieren aprovechar para tirar una cana al aire después de la reunión con un desconocido que también está de paso, por alturas, por profesiones para hacer una red social bien “estrecha”, etc).
Ya hace mucho tiempo que vengo suponiendo que ocurrirá (y no sólo en curso, sino en una carrera entera). Lástima que hayan tenido que “apellidarlo” para que nadie “se lleve a engaño”. Curso de Hacking Etico (gracias Juan).
Ayer fui a ver la película “Encantada” (total chick flick, don‘t ask). Por supuesto no es mi tipo de película, pero como cinéfilo y persona crítica siempre hay cosas interesantes que entreleer en cualquier producción.
Entre muchísimas cosas curiosas (y la hermosísima Amy Adams) hay algo que destaca mucho mucho: los valores que este nuevo engendro de la factoría Disney transmite a los más vulnerables (niños y románticos empedernidos). Sin estropear el final, ni contarle a nadie nada que no quiera saber: -¿por qué para mostrar el éxito de los personajes “buenos” al final de la película se muestra una empresaria triunfando y dos escritores de bestsellers?
Como que la misa de Año Nuevo a media noche del Papa de la Iglesia Católico Apostólico Romana (si es que simplemente el nombre debería hacer que perdiesen acólitos) girase en torno al daño ecológico que le estamos causando al planeta. Estupendo.
O como que la Reina de Inglaterra haya abierto un canal en YouTube y lo haya inaugurado “enviado” desde él su felicitación de Navidad. Enhorabuena.
Pero siguen dando asco no por lo que son, o por lo que hacen, sino por lo que representan.
Según datos del Banco de España publicados hoy en el diario Negocio (página 18), entre el 2002 y el 2005 creción el porcentaje de Deuda con respecto a la Renta familiar un 43,50%, alcanzando el 99,30%. Sin embrago la Renta Familiar Media en euros ha descendido en el mismo período un 3,28%.
Algo va mal. Y cuidado que esto no es EEUU (obviamente tampoco Japón).