Veo un reportaje del NYDaily News que muestra que el futuro está aquí y tiene mucho que ver con los robots…
Desde robots de carga autónomos
a robots controlados con la mente
¿alguien teme al futuro? Sea salvación o destrucción, yo no.
Exijo acción. Y hay que comenzarla por uno mismo. No podemos hablar de reorganizar la sociedad, la economía, la educación, la política… si no nos reorganizamos a nosotros mismos. Y esconderse en un “yo soy así” o “esto es inconsciente” (o peor aun en los genes), sin por ello obviar su importancia y peso, es un error y una cobardía.
Hay que invertir la fórmula de Freud: el inconsciente es lo que debemos producir, produzcámoslo o, de lo contrario, nos quedaremos con nuestros síntomas, nuestro yo y nuestro psicoanalista.
Cualquiera que lo lea y no piense un poco se quedaría asombrado.
Daniel Henninger ha escrito el pasado día 3 (perdón por el retraso, pero llevo una semana de trabajo de locos, supongo que se nota en la escasez de posts) un editorial para el Wall Street Journal titulado “The Lumpen Bureaucratariat” que no tiene desperdicio.
Relata el hartazgo del electorado global con los burócratas, la deuda, y el estancamiento de la clase política.
Todos opinan en este debate: “¡hay que subir los impuestos a los ricos!” dicen unos “¡no, esto frenaría la inversión y el consumo!”, y cada vez se suman más voces discutiendo un absurdo.
Me recuerda al debate sobre la “propiedad intelectual”. Todos discutiendo sobre el oximoron, sin centrarse en la esencia real (cultura, comunicación, dónde reside el valor, cómo dañan los intermediarios, cómo incentivar o rentabilizar una actividad especulativa, etc).
Hace caló, musho caló. Así no hay quien duerma. Pero hay muchas formas de combatir el calor, o el insomnio, o el aburrimiento. No, no es ver fútbol y Gran Hermano a todas horas, como mi alienado vecino. Es leer.
¿Crees que lo sabes todo porque has visto Zeitgeist? ¿Crees que porque tienes el enlace al informe oficial de la Unión Europea sobre Echelon ya estás curado de espanto? Comprueba tú mismo si conoces siquiera la punta del iceberg:
Esto lo he escuchado de boca de tirios y troyanos: “los músicos merecen vivir de su trabajo, y para que haya buena música ha de haber músicos profesionales”.
Parece tener sentido. Aceptémoslo tal cual, y veamos dónde nos lleva.
Quien dice músico dice cualquier otra actividad creativa, personal o en grupo, que conlleve un esfuerzo considerable, de la que disfruta o se “beneficia” un grupo de gente, o “público” ¿no? Me vienen a la cabeza muchos ejemplos.
El suplemento Ciberp@is del diario El País publica una noticia (gracias Floppy) sobre los Clanes en la Campus Party, en la que dice:
Libertad digital, por ejemplo, es un clan de 66 miembros que desde 2005 utiliza la Campus como plataforma para “impulsar el software libre”. A Miguel Ángel, nombre en clave Intranet, le “atraparon las redes de la resistencia” y desde entonces lucha, como los idealistas del Mayo del 68, para que se haga realidad aquello de Prohibido Prohibir.