Esta mañana, en Radio5 TodoNoticias de RNE he escuchado unos segundos de una tertulia económica. Es todo lo que me ha bastado para comprender que somos idiotas y nos merecemos lo que nos pase.
Los participantes, tras la consabida retahila de cifras negativas sobre el estado de la economía nacional, han llegado a la “sabia” (se supone, porque para eso son “expertos”) conclusión de que, pese a que la gente está demostrando que puede frenar el consumo (y ellos mismos han puesto ejemplos propios, desde la ropa hasta el ocio), lo que hay que hacer, decían, es volver a consumir para que la rueda vuelva a rodar.
Hace tiempo que hay una campaña de concienciación y denuncia contra las actividades de aquellos que quieren tasar la vida patentando uno de sus elementos vitales: los genes. Aunque técnicamente se patente la “utilidad” de un gen, en efecto se patenta el gen, ya que para separarlo de su utilidad hay que anularlo, lo que equivale a eliminarlo.
Una de las muchas abominaciones de esta situación es que los genes van ligados inexorablemente a la vida, y la reproducción (método de transmisión, o “vulneracion de patente” en este caso) también.
Aunque “Pendiente de Título” ya ha sido noticia en varios medios, os lo comento con las escuetas y directas palabras de sus creadores: “activos defensores de las licencias abiertas, y como tales hemos lanzado nuestra serie en internet bajo licencia Creative Commons. Es la primera que lo hace, que tengamos constancia”.
Primero llegó el cambio conceptual (debatido desde hace siglos, pero estructurado hace unas décadas). Luego el cabio “procedimental” (licencias, etc).
Como bien se indica en varios blogs (Lessig, O‘Reilly) Obama, fiel a su discurso, ha empezado a demostrar su lado pro-copyleft.
Ahora que no pare el impulso bajo la presión de los lobbies, y que siga esta sensata petición.
ZP, menos “yo también quiero estar en esa cumbre” y más “a ver qué medidas positivas de cambio están haciendo otros gobernantes” o “vaya, algunos son capaces de enfrentarse a los lobbies por defender la ideología por la que le han votado, aunque sea en apariencia”.
No me gustan las imposiciones y las obligaciones arbitrarias. No me gusta que el consumismo se parapete tras el sentimentalismo estacional y las masas convulsas sientan, no sólo el impulso, sino la obligación y la expectativa, de regalar y recibir porque el calendario muestra el número 25 o el 6.
Tampoco me gusta que las grandes manifestaciones culturales pasen desapercibidas, y muy poco apreciadas, mientras la basura formulada y pre-digerida nos es embutida por cada medio al que damos entrada en nuestro cerebro.
Clint Eastwood en la revista “Cinema”:
“Una vez acabas de filmar, la película ya no es tuya, es del público”.
También hablan de que el corto que más éxito ha tenido en el notodofilmfest reconoce que la clave es haberlo subido bajo Creative Commons.
Nicholas D. Kristof publica en el International Herald Tribune del jueves 27/11/08 un editorial sobre el valor de algunas mujeres en Pakistan, sometidas a increíbles abusos con la total permisividad y encubrimiento por parte de las autoridades, y nos recuerda que muchas veces el valor está en huir… para contarlo.
Mi más sincero (aunque nunca les llegue) apoyo a esas mujeres con coraje que nos demuestran el valor del valor.