Si anteayer me preguntaba cuándo llegarán los políticos 2.0, hoy descubro que la creación 2.0 YA ha llegado.
Hace mucho tiempo que algunos hablamos de un futuro donde el consumidor pasa a ser productor, el espectador pasa a ser creador… pero los ejemplos no abundaban.
Hoy, tras navegas dos minutos por la red, he tropezado accidentalmente con tantos ejemplos de este cambio de paradigma, que puedo decir tranquilo y convencido de que las cosas han cambiado y ya no hay vuelta atrás:
Gracias a David, leo en la Biblioteca de las Indias Electrónicas que se está realizando un esfuerzo por traducir la plataforma de aprendizaje online Claroline al quechua, el aymara y el guaraní, las tres principales lenguas de latinoamérica, tras el castellano y el portugués (idiomas a los que ya está traducido).
La iniciativa me parece genial, y podría tener un interesante impacto social. Yo ya he contribuído al proyecto -¿y tú?
Menos en cuatro centros sociales autogestionados y casas ocupadas, no veo muchas iniciativas como esta: cine de verano de barrio independiente (en este caso: en la terraza de los edificios). A ver si nos organizamos más, y con unos cuantos documentales, unos cuantos cortos disponibles en la red, y cuatro cosillas más convencemos a esos vecinos que sólo parecían interesados en el fúrbo y aquí hay salsa rosa de que hay todo un mundo de temáticas que requieren nuestra atención de un modo urgente.