Hace un par de semanas un programa de TV de noticias holandés contrató a la empresa de seguridad Riscure para que analizara la seguridad de las comunicaciones de radio del chip RFID (Identificación por Radio Frecuencia) ISO 14443 del prototipo de pasaporte holandés con RFID (que emplea la misma tecnología que se ha aceptado como estándard internacional ICAO con cifrado “Basic Access Control” que y se empleará en breve, entre otros, en EEUU y la mayoría de países europeos, incluída posiblemente España).
Este mes de febrero está resultando negro para la privacidad de los ciudadanos del mundo (aunque llevamos varios años así, pero parece que la cosa empeora por momentos).
Primero los servicios de rastreo del móvil a través de internet (sean españoles o ingleses) cobran auge.
Después, hace dos semanas la Electronic Frontier Foundation acusó a la empresa de telecomunicaciones norteamericana AT&T de permitir el acceso ilimitado al gobierno norteamericano a una base de datos de 300 terabytes de información de llamadas de sus clientes (una de las bases de datos más grandes del mundo).
Cinco semanas de prórroga. El gobierno Bush pedía carta blanca ilimitada para mantener el programa de escuchas ilegales (y otros atropellos a las libertades civiles en nombre de la quimérica “lucha contra el terrorismo”) pero se ha quedado en 5 semanas. -¿A quién van a coger en 5 semanas? -¿Por qué 5 semanas y no 2, o 9 y media? -¿Es este el camino a la “prórroga infinita” como en el caso del Copyright?
Sí señor. Eso es tenerlo claro. Me han devuelto el orgullo en mis amigos americanos y en un país que con más gente así sería maravilloso. OLE.
Universidad de Georgetown reaccionando a un discurso de Alberto Gonzales defendiendo las eschuchas ilegales.
Héroes: Google. Hay quien la defiende, y quien la teme. Hay quien critica sus métodos y quien los adora. Pero lo que está claro es que desde que le han plantado cara al mismísimo Gobierno de los EEUU defendiendo la libertad, los derechos individuales, y la legalidad, han pasado a ser uno de mis héroes. Aquí tenéis mucha más información (y documentos originales) sobre el tema.
Esto contrasta, y mucho con los villanos.
Si el mes anterior hablábamos del spyware distribuído o esponsorizado por gobiernos, en esta ocasión vamos a hablar del que distribuyen las empresas por iniciativa propia. Los ejemplos, por desgracia, son más abundantes de lo que a priori se podría pensar veamos un par (hay docenas).
Microsoft fue la primera (que yo sepa), cómo no, en cometer este abuso, y que quedase suficientemente documentado. En verano de 2002, tal y como se denunció en la web BSDVault.
En este artículo del New York Times (titulado Bush Secretly Lifted Some Limits on Spying in US after 9/11, Officials Say) James Risen y Eric Lichtblau desvelan cómo, aprovechándose de los poderes que el Congreso le dio para “luchar contra el terrorismo mediante acciones armadas, como Comandante en Jefe”, George W. Bush firmó una orden presidencial en 2002 para que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) espíe las llamadas telefónicas y emails de ciudadanos norteamericanos.