Fantástico análisis estadístico (que además incluye el acceso a los datos y a un motor de visualización con el que podemos jugar y descubrir muchas más conclusiones) sobre la evolución de los grandes éxitos de la música desde 1960 a 2010.
¿Algunas conclusiones?
Los éxitos se mantienen curiosamente estables a 120 BPM Los temas cada vez duran más Los temas cada vez tienen un volumen más alto Los temas que alcanzan el Top de las listas de éxitos se mantienen en ellas más tiempo Si esto mismo podemos concluir de los platos de restaurantes, la publicidad, los titulares, las relaciones interpersonales o la tecnología, que a nadie le extrañe lo que comentábamos ayer en un grupo de estudio de psicoanálisis: las “nuevas” “patologías” y “epidemias” deben ser analizadas en su contexto sociocultural.
Demonio: Muy bien. Yo muevo primero… Soy un lobo solitario, merodeador, asesino.
Sueño: Soy un cazador, a caballo, caza lobos.
Demonio: Soy un tábano, enemigo de caballos y cazadores.
Sueño: Soy una araña de ocho patas, comemoscas.
Demonio: Soy una serpiente, devora arañas, venenosa.
Sueño: Soy un buey, pesado, aplasta serpientes.
Demonio: Soy un antrax, bacteria destruye vidas.
Sueño: Soy un mundo en el espacio, dador de vida.
Demonio: Soy una nova que explota… quemando mundos.
El uso de Google está claramente muy extendido. Su función autocomplete (eso que hace que cuando empiezas a escribir una búsqueda, añade automáticamente términos, basado en estadísticas de lo más buscado relacionado con lo que estás escribiendo) es una mina de información interesantísima. Es la verdadera ventana al inconsciente que los psicoanalistas tanto anhelan. ¡Lacan tenía razón! la estructura del mismo es el lenguaje, pero el método de acceso no es tanto el psicoanálisis (desde el momento que lo ha de realizar otro ser humano, ya está jodido), sino “el psicoanálisis de la máquina” (tengo un proyecto de guión al respecto).
Seguimos perpetuando la patología cultural de roles y estereotipos, y queda patente cuando analizan las palabras más empleadas en los anuncios de juguetes para niños:
y niñas:
A raiz de la dialéctica sobre la idoneidad de que el artista se exprese (también) mediante la palabra para explicar, arropar, ampliar, o justificar su obra, leo (perdón por mi traducción) un interesantísimo párrafo de Charles Baudelaire en “Fragments sur le Beau, la Poésie et la Morale” Variétés Critiques II (Paris: Crès, 1924) pp. 189-190:
… es el momento adecuado para refutar un error muy común, cuya principal raíz es quizá el más miserable de los sentimientos humanos: la envidia.
Este no va a ser un post psicoanalítico ni sobre filosofía de la estética. Voy a emplear la imagen para hablar de la imagen, y la mirada para que reflexionéis sobre la mirada, la sociedad, los ídolos, los cánones, la estética, la atracción, la superficialidad…
Primero una dosis de realidad. Imágenes de la misma persona en momentos distintos (maquillaje, flashes, filtros, peluquería, y demás superficialidades a parte):
Y si luego añadimos los efectos del alcohol, drogas, o cualquier otro estado alterado de la mente…
Este blog permanecerá cerrado de forma indefinida por un conflicto de qualia.