Prince Charming was late. He knew it, but he had to do things right: kill the nasty dragons surrounding him, polish his armour, and feed his white horse, before he could ride again and rescue the Princess.
But as he was doing all that, the Princess kept screaming: “Please, please Prince Charming, I can not wait forever, I must be rescued!”
He knew it. But things had to be done in a certain way, in a certain order.
– Toma bombón, tu merienda – le decía su padre mientras él hacía equilibrios en los columpios del colegio
– -¿Te llamas “bombón”? – le preguntó, atónito, un niño un poco más pequeño que estaba detrás de él
– No, me llamo H, pero mi padre me quiere mucho
– Mi madre también me quiere mucho, pero no me llama “bombón”
Con el nombre de Literature-Bits inauguro sección. Servirá principalmente para incluir entradas que recojan pequeños fragmentos de obras que aleatoriamente aparecen en mi cabeza.
No me las daré de “autor” (mira que está manida y desgastada la palabrita) pero es cierto que a veces una obra quiere salir, te pide a gritos que la escribas, y si no lo haces ocurren dos cosas horribles:
a) Te martiriza, te persigue, te obsesiona y te consume.