Muy pronto (si no es que lo están haciendo ya) las grandes empresas filtrarán grandes cantidades de datos públicos (esa es la guasa: que se lo ponemos en bandeja) de las conversaciones y actividades en redes sociales de sus clientes, para determinar precios. Por ejemplo, si hablas mucho en twitter y facebook de velocidad, motores potentes, saltarse leyes, adrenalina, etc, te subirán lo que pagas por el seguro.
Lógicamente eso llevará a que las mismas normas de discreción, moderación, hipocresía, disimulo, etc que empleamos en nuestras interacciones físicas, las traslademos, por fin, a la promiscuidad informativa sin límite parente que son hoy las redes sociales.
Con esta herramienta se puede interrogar a Twitter y ver en un gráfico las respuestas.
También lo puedes hacer directamente, pero será mejor que aprendas la sintaxis de interrogación.
Ahora imaginad lo que se puede averiguar con un montón de datos flotando en la red (BigData) y herramientas potentes de interrogación (como BigSheets de IBM).
Aunque los resultados no son estadísticamente válidos (por canal, muestra y población), la “verdad” (como consenso pseudo-objetivo), la “relidad” (como constructo social) nunca ha sido más accesible, y a la vez, los ciudadanos nunca hemos sido más manipulables.
Durante muchos años, el gobierno norteamericano ha ordenado el asesinato de ciudadanos de otros países, en territorio extranjero (cuando no han podido conseguir una extradición, o no ha convenido un proceso judicial), en “defensa de sus interesses” (lo cual no es de extrañar, cuando inician guerras por ese motivo, e incluso planearon invadir a un aliado como Inglaterra para que no se convierta en una potencia competidora), y ejecutado generalmente por la CIA.
Ayer recibimos un correo en mi empresa en el que un organismo dependiente de otro organismo dependiente de otro organismo oficial, nos exigía el rellenar una encuesta para considerar la creación de otro organismo oficial. Lo interesante es que nos pidieron SINCERIDAD.
“Todo el mundo miente” dice el Dr. Gregory House. Y es cierto. Para “salvar la cara”, aunque no llegamos a los límites de autorepresión de los japoneses o de ambiguedad de los indios, todos decimos pequeñas mentiras cada día.
Si el telemarketing te toca las narices, devuelve el golpe (aunque reconozco que este se pasa, pero es para partirse de risa si no fuese por lo mal que lo pasa el pobre teleoperador).
Si intentan estafarte telemáticamente, aquí va una serie de 4 post (1, 2, 3 y 4) detallando un proceso de investigación.
Si sumamos todo el tiempo que todos los jugadores de World of Warcraft han pasado jugando, obtenemos la impresionante cifra de 5.900.000 AÑOS.
Si esa productividad se hubiese dedicado a prácticamente cualquier otra cosa (resolver problemas científicos, acabar con la pobreza, con el hambre, con la crisis, con las guerras…), se hubiese obtenido. Pero preferimos jugar. Homo digitalis.
Documentación.
Noticia (gracias, Juan).
Nada nuevo, pero no por ello deja de ser abominable y mafioso.