Hace unos días, en una reunión en el hotel Setai de Nueva York, Michael (con más de 3 décadas de experiencia haciendo negocios con empresas españolas y americanas) describió perfectamente lo que es hacer negocios entre España y EEUU:
Una lucha entra la arrogancia americana y el orgullo español
Vergonzoso. Deberíamos estar todos avergonzados. Por lo menos podemos acceder a sus palabras.
Tras 36 años de democracia, [España] es el segundo del mundo en número de desaparecidos después de Camboya
Fuente Camps absuelto, Urdangarín parece que se libra… y Garzón al banquillo. ¿Y me preguntan por qué digo que soy “europeo” y no “español” o “valenciano”?
Este no va a ser uno de esos posts profundos, analíticos, reflexivos (como si alguna vez hubiese escrito uno 😉 ). Simplemente necesito desfogarme.
El pasado sábado, en la calle Prince, en medio del Soho, un hombre (no mencionaré su nombre porque, como veréis, no merece publicidad) daba CDs a los que pasaban. Como con cualquier cosa digital, sentí la necesidad de averiguar más, así que lo cogí. Y antes de que pudiese leer la carátula, dijo “¿vas a pagarme o qué?
Ayer fui a la Biblioteca Pública de Nueva York (NYPL) a ver “Hable con ella” de Pedro Almodovar, parte de una serie de proyecciones de películas de Almodovar en la NYPL. Pero para mi sorpresa, la proyección (y las restantes del ciclo) había sido cancelada.
Hablé con la persona del mostrador de información, que me dijo que la Sociedad de Autores (será la abominable SGAE, que no merece un enlace en mi blog) y la productora de Almodovar (El Deseo Producciones) habían subido lo que previamente estaban exigiendo por royalties o compensación por las proyecciones (gratuitas) de las películas (que ni siquiera están en los cines actualmente), y que la cantidad que pedían ahora era tan alta que la NYPL no se lo podía permitir, con lo que han tenido que cancelar las proyecciones.
El pasado sábado fui a la fiesta de clausura del ArtHack Exhibit en 319 Scholes St, Brooklyn (Nueva York).
Ubicada en un polígono industrial en Brooklyn, de noche, a dos laaaargas manzanas del metro, graffiti por todas partes, puerta pequeña… que conducía al paraíso: gente joven (yo era el hacker más viejo del lugar, pero no me sentía así) energética y feliz trasteando con tecnología y mostrando orgullosos sus “juguetes” (hacks, mashups, creaciones o lo que sea).
Acabo de instalar RePress: “Este plug-in permite mágicamente (sic) superar la censura de cualquier web en internet desde tu propia instalación de WordPress”. Por qué y cómo.