Tres décadas han transcurrido desde que la paranoia volviese locos a políticos y militares norteamericanos por culpa de la película “Juegos de Guerra” y un par de incidentes con unos phreakers descuidados. Los años paranóicos posteriores alcanzaron un nivel de obsesión irracional increíble, incluyendo los medios de comunicación haciendo el juego de amplificación y contaminación y jueces “vendidos” e ignorantes buscando cabezas de turco que sacrificar ante el Gran Hermano. Algunos dejamos de “jugar con las redes” por miedo, tal era la presión de (en aquel entonces) FBI y NSA.
La siguiente proclamación de la “““liberación””” de Bagdad podría parecer perfectamente redactada por el Pentágono, como una pantomima más de relaciones públicas de cara a CNN. Pero resulta que no.
Ojeando unos documentos de una biblioteca online, en la sección de documentación histórica de la Primera Guerra Mundial, encuentro la siguiente curiosísima proclamación (perdón por el “ladrillo”, y en inglés, pero es necesario leerlo entero para podérselo creer) encuentro esta increíble proclamación, cínica donde los haya, del Teniente General Sir Stanley Maude a los habitantes de Bagdad, poco después de la ocupación de la ciudad por parte de tropas inglesas:
Se me ocurre un comentario atrevido, como suele ser la ignorancia de la que poseo más dosis de la aconsejable, a raíz de un texto de Jaime Gili para la revista Lápiz nº195. En dicho texto el Sr. Gili hace referencia a “Mil Mesetas. Capitalismo y Esquizofrenia” de Gilles Deleuze y Félix Gattari, Ed. Pre-Textos. Aunque Deleuze es un autor que me interesa mucho (ahora mismo me estoy leyendo su “Lógica del Sentido”) he de reconocer que no he leído “Mil Mesetas” (todo llegará).
Este es mi manifiesto. Yo soy tú, si quieres. Pero no hablo por “nosotros”. Porque ya es hora de dejar atrás la sociedad “repre”.
Vivimos en una sociedad “repre”.
Una sociedad marcada por la representación, mecanismo fundamental para la construcción de la “realidad”, ese constructo del imaginario colectivo, que tiene más de imposición que de consenso.
Una sociedad marcada por la represión, mecanismo fundamental para la imposición de esa “realidad” y sus múltiples (que en definitiva son muy similares) formas de organización social.
Más que un manual (que es otro de los proyectos que algún día llevaré a cabo) esto es una sugerencia, un boceto.
Las tres fases claves de una revolución son: crítica+propuesta, destrucción, construcción.
La “crítica” es algo que abunda. Todo el mundo “sabe” lo que está mal, ya sea con la economía, con la política, con el medioambiente. con el sistema, con el ser humano… Sería interesante hacer una recapitulación de las principales tesis y argumentos de los críticos más sobresalientes.
Según un estudio de la Dra. Dora Biro de la Universidad de Eötvös (Hungría), en el cual se hizo un seguimiento por GPS individualizado de las interacciones en una bandada de palomas, el sistema de decisión que siguen es uno muy flexible en el cual todos sus miembros “proponen” o “votan”, pero el “voto” o la “opción” de las palomas con mayor “rango” tiene más peso.
Esto es una mezcla de democracia NO representativa + meritocracia.
Nick Chatrath, de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad de Oxford, ha llevado a cabo un estudio, a través de entrevistas con Anjem Choudary (el controvertido lider del grupo extremista Islam4UK) y el moderado Dr. Musharraf Hussain (asesor del Consejo Musulman de Gran Bretaña).
En dicho estudio ha llegado a la conclusión de que la postura extremista se basa en una lectura “selectiva” (sesgada) del Corán, mientras que los moderados se centran en los textos menos comunes y más antiguos.